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La vuelta al cole del alumnado con discapacidad intelectual o autismo puede volverse muy complicada, por lo que formar rutinas de preparación, según los expertos, resulta altamente beneficioso para su bienestar y desarrollo tras las vacaciones.
Esto se debe mantener durante, al menos, las primeras semanas, porque así evitamos que surjan imprevistos como la ansiedad, tirando de la calma y de la paciencia de padre e hijos.
Independientemente de las capacidades de cada pequeño y de la edad, debemos de prepararles para volver a la rutina escolar, e ir amoldándoles al nuevo horario de forma progresiva.
Crear una rutina previa a la vuelta al cole es imprescindible para el alumnado con discapacidad
En el caso del alumnado con discapacidad es más propenso a verse afectado por la vuelta al cole, y es que si se dan cambios bruscos en la rutina, como los horarios, el descanso y las comidas, acaba pasando factura al entorno familiar y escolar.
Por ello, desde Autismo España, aconsejan hacer rutinas previas, y repasar, por ejemplo, el listado de profesores y del resto del alumnado con los que compartirá aulas, utilizando material visual si es posible, para facilitar esta situación.
Además, destacan que para el alumnado que cambia de etapa educativa, la preparación previa es fundamental. Por lo que los expertos aconsejan, siempre que los centros educativos lo permitan, incluso en julio realizar visitas, para tener una primera toma de contacto, y es que muchas veces, el canal visual consigue recoger mayor información y otorga una mayor preparación para los pequeños.
Conseguir que los niños, con y sin discapacidad experimenten menos nervios es sinónimo de menor ansiedad y malestar, y menos problemas de conducta.
En el caso del alumnado con discapacidad, darles muchísimos estímulos lleva a crear inseguridades, más inquietud y nerviosismo, por lo que se vuelve mucho más difícil el concentrarse y entrar en las nuevas dinámicas.
Además, se pueden dar casos en el que los pequeños no quieran volver, por lo que los expertos aconsejan buenas dosis de paciencia y más preparación previa. Por lo que durante los meses de verano más cercanos al inicio de la vuelta al cole, sería muy recomendable tratar la conversación al respecto, para que vayan asimilando dicha información y regular sus emociones.
Los docentes, un papel fundamental
Los centros educativos y el personal docente son una pieza clave en la adaptación del alumnado con y sin discapacidad, pero más en el segundo caso.
Por ello, los expertos en materia recomiendan realizar un buen trabajo en equipo, entre la familia y el sistema educativo, y más si se trata de nuevos comienzos en etapas educativas diferentes a la anterior.
El profesorado tiene que contar con información previa sobre los alumnos con discapacidad, tanto proveniente de la familia como de los terapeutas. Así, los docentes cuentan con anticipación y pueden prepararse para saber qué apoyos van a necesitar.
Así, se aconseja crear un entorno de seguridad y calma, sin actividades excitantes ni comportamientos invasivos por parte de los docentes.
La flexibilidad y la paciencia son vitales para los docentes también, pues cada periodo de adaptación es distinto, y más en el alumnado con discapacidad. Además, los expertos como Ana Ballesteros, psicóloga de Atemtia, dicen que siempre alertan a los profes de que "el primer trimestre es para conocerlos, el segundo para adquirir ya todas las rutinas… y a partir de ahí ya le puedes empezar a meter todo lo que quieras de curricular". De esta forma, la vuelta al cole de los pequeños con discapacidad será tranquila, segura y les acabará gustando más de lo que esperábamos.
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