22/08/2023 - 08:42
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Muchas familias enfrentan preocupaciones cuando se trata de viajar en avión con personas que tienen discapacidad intelectual. La incertidumbre sobre cómo reaccionarán durante el viaje puede llevar a no emprender viajes largos en avión. Sin embargo, según los expertos, este temor es infundado y es posible hacer que estos viajes sean más cómodos y tranquilos para todos los involucrados.
Rompiendo barreras
Francisco Mollard, psicólogo especializado en discapacidad intelectual y miembro de la Fundación A LA PAR, desmitifica este temor.
Afirma que tener discapacidad intelectual no necesariamente conlleva dificultades en un vuelo. La experiencia de viajar en avión dependerá de diversos factores, como el grado de discapacidad, la familiaridad con los viajes, el apoyo familiar y la capacidad de enfrentar el estrés.
Mollard recalca que, si se cuenta con las herramientas adecuadas y una estrategia planificada, es posible realizar estos viajes con éxito, aunque no sin desafíos.
Desafíos inherentes a los viajes aéreos
Estrés y novedad en el proceso de vuelo
Viajar en avión involucra múltiples pasos que pueden generar ansiedad, especialmente en personas no acostumbradas a la autonomía en entornos desconocidos. El proceso de pasos desconocidos y posibles situaciones inesperadas pueden llevar a altos niveles de estrés, especialmente en personas con discapacidad intelectual.
Mollard comparte su experiencia en un vuelo a Bruselas con un grupo de personas con discapacidad intelectual. Los controles de seguridad y la falta de familiaridad con el proceso generaron nerviosismo. Además, el despegue y el aterrizaje también causaron ansiedad, aunque señala que este temor es universal y no está limitado a las personas con discapacidad.
Vulnerabilidad ante lo imprevisto
Situaciones inesperadas, como tener que facturar equipaje en el último momento, pueden ser particularmente estresantes para personas con discapacidad intelectual.
Los aeropuertos, con su tamaño y complejidad, también pueden generar ansiedad debido a las esperas y la incertidumbre.
A medida que las personas con discapacidad intelectual adquieren experiencia en vuelos, la ansiedad y el temor disminuyen. La exposición a situaciones temidas brinda información, lo que reduce la ansiedad. La idea es que, aunque los primeros viajes pueden ser desafiantes, la familiaridad con el proceso conduce a un aumento en la comodidad y la seguridad.
Para que los viajes en avión sean más inclusivos y menos estresantes para las personas con discapacidad intelectual, las aerolíneas deben especializarse en brindar apoyo específico. Esto implicaría contar con profesionales capacitados en el manejo de diversas discapacidades intelectuales y ofrecer asistencia adaptada a sus necesidades individuales.
Estrategias para un viaje exitoso
1. Informar a la Aerolínea
Informar a la aerolínea sobre la discapacidad intelectual puede brindar asistencia especializada. Esto puede generar tranquilidad tanto para las familias como para la persona en cuestión.
2. Anticipar y ofrecer control
Reducir la incertidumbre proporcionando información anticipada sobre el proceso del vuelo y el itinerario. Utilizar materiales visuales, como pictogramas o fotos, puede ayudar a crear una comprensión clara de lo que sucederá.
3. Brindar Información en Tiempo Real
Explicar las situaciones en tiempo real, como los controles de seguridad, puede disipar el nerviosismo. Esto es esencial para personas con discapacidad intelectual, ya que la información en el momento puede resolver problemas y reducir la ansiedad.
4. Fomentar la autonomía
Involucrar a la persona en todas las etapas del viaje, desde la preparación del equipaje hasta la interacción con las autoridades del aeropuerto, puede aumentar la confianza y reducir la ansiedad.
5. Elementos de distracción
Tener alimentos, bebidas y elementos de distracción, como juegos o dispositivos electrónicos, puede desviar la atención de situaciones estresantes y proporcionar un alivio emocional.
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