El accidente en el que murió Ángel Nieto se juzga hoy

El accidente en el que murió el ex piloto de motos, Ángel Nieto, se comenzará a juzgar hoy miércoles 17 de marzo en Ibiza. En concreto, están concertadas las declaraciones de la mujer implicada en el suceso y de varios testigos y efectivos policiales. En este caso no es una vista pública sino que se procederá a tomar declaración a la mujer implicada, testigos y varios efectivos policiales.

El abogado ha recordado que el proceso fue reabierto tras recurrir el archivo de la causa ante la Audiencia Provincial y dicha reapertura supuso una resolución "satisfactoria" para sus representados. Los próximos pasos en este proceso serán decididos por el juez, pendiente a su vez de un informe ampliatorio de la Guardia Civil sobre el atestado. Además, siguen pendientes otras diligencias de investigación.

Ángel Nieto murió en 2017

El ex piloto de motos, Ángel Nieto, murió en 2017 tras sufrir un accidente en Ibiza durante el verano. Las primeras informaciones dijeron que Nieto sufría un traumatismo craneoencefálico. Los investigadores se encontraron con serias dificultades para reconstruir el siniestro por la modificación de las posiciones de los vehículos y la ausencia de huellas y vestigios. En este punto, las declaraciones de la única testigo ocular fueron vitales: una mujer portuguesa que se dirigía a su lugar de trabajo y que se cruzó con el expiloto justo antes del impacto.

Entre las claves del accidente se encontró que la conductora no respetó la distancia de seguridad y que el ex piloto Ángel Nieto llevaba el casco pero desabrochado, lo que propinó que el impacto y la lesión fueran casi terminales.

El caso de la muerte de Ángel Nieto se reabrió al año siguiente

En junio de 2018 la Audiencia Provincial de Palma ordenó la reapertura de la causa a instancias de la familia de Nieto. Por contra, el juzgado de Ibiza encargado del caso había dictado en 2017 el archivo del caso al entender que la conductora no cometió ninguna infracción penal. El auto judicial señaló que los hechos constituirían una "culpa leve" por parte de la conductora debido a que su negligencia "no sólo es de poca entidad, sino que concurre con la culpa del fallecido, al plasmado en el atestado claramente que el mismo no portaba el casco de protección abrochado.