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Las apuestas se hacen cada vez más populares entre los aficionados del deporte. Ahora ya no basta con ser solo espectador de encuentros deportivos, sino que los hinchas hacen de sus predicciones una inversión de dinero.
Gonzalo García Pelayo, el hombre que puso patas arriba algunos de los casinos más importantes de EEUU y Europa, se une al sistema de juego de traders, sin fisuras matemáticas y que ofrece beneficios a todos los participantes. Ahora, su día a día lo pasa en las apuestas deportivas. Sin embargo, su objetivo es encontrar un método para conseguir lo mismo que logró con la ruleta: descubrir la clave del caballo ganador utilizando una fórmula matemática.
Conviértete en ganador de apuestas deportivas
¿Puede alguien con escasos o nulos conocimientos deportivos, convertirse en un ganador sistemático? La academia de traders de apuestas deportivas, Jobbet, demuestra que sí.
Ganar en los juegos de azar no es únicamente cuestión de práctica. Si eres nuevo en el mundo de las apuestas o no encuentras una estrategia adecuada, los módulos de la academia Jobbet están diseñados para ti. Es más, al final del periodo de formación, puedes operar de manera independiente y obtener unos ingresos mensuales decentes.
El trading deportivo, la gran moda en las casas de apuestas
El mercado de las apuestas deportivas no deja de crecer en España. Tanto en la especialización como en el número de jugadores y el número de apuestas. Además de crecer también los conocimientos de quienes apuestan. Es decir, cada vez apostamos más y mejor. Con lo cual, ganamos más.
Jobbet fue concebida como la primera academia profesional de formación para este tipo de trading deportivo. El arbitraje o las surebets tienen poca atención profesional en el mercado pero un potencial muy alto para explorar.
La estrategia del éxito
La verdad es que cuando buscas ‘surebets’ en Internet, existe poca información al respecto. Por fin un grupo de traders han creado esta plataforma que te permitirá entender cómo se generan beneficios con esta estrategia.
La fórmula de Jobbet y el sistema de juego con traders es muy sencillo: consiste en simultanear en la red las cuotas de al menos dos casas de apuestas que ofrezcan cotizaciones distintas sobre un mismo encuentro deportivo. Pongamos un ejemplo; si en una casa de apuestas deciden apostar al equipo de fútbol A, y en la otra casa de apuestas deciden apostar por el equipo B, gane quien gane, el diferencial arroja algún beneficio al apostante haciendo clic en ambas teclas.
Con Jobbet sólo necesitas un ordenador, Internet, un depósito y estar registrado en al menos un par de casas de apuestas. La cantidad para apostar no es relevante, lo más importante se basa en aprender.
El trader: figura esencial en el aprendizaje
Héctor Candil, CEO de Jobbet, afirma que “con la aparición de las apuestas entramos en un mundo en el que la probabilidad puede convertirse en seguridad, o al menos en probabilidad al 99%”.
Para perseguir esta probabilidad de la que habla Héctor, hace falta ese trader, la persona que frente a un ordenador, registra y selecciona las apuestas que debe transferir el cliente en la cadena de Jobbet. El titular de una cuenta en varias casas de apuestas. Aquel que únicamente sólo tiene que hacer clic en la tecla adecuada con pequeñas cantidades.
“Todas las Casas de Apuestas estudian a sus usuarios. Es sólo cuestión de tiempo que a un ganador sistemático le limiten sus opciones y le reduzcan el volumen de su juego. Eso no es posible con la dispersión del juego a través de muchos apostantes, por eso un trader necesita recurrir a sus clientes y lograr una masa crítica en la que muchos pequeños beneficios se conviertan en una cantidad que le permita la profesionalización”.
“Teóricamente –explica García Pelayo - las matemáticas dicen que no puede haber fallo, es una operación aritmética sin fisuras. Pero aunque muy excepcionalmente puede haber irregularidades: un partido que se suspende ya iniciado o una variación en la segunda cuota una vez hecha la primera apuesta en ese brevísimo lapso de segundos o de fracciones de segundo entre una y otra. Lo bueno es que esos fallos del 1% tienen un coste mínimo, equivaldrían más o menos al 1% de las ganancias”.
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