En algunas ocasiones nos hemos preguntado si los árboles pueden vivir para siempre, y la respuesta es sí. Su destrucción depende en la mayoría de veces de causas físicas y actividades humanas, y no naturales.
La biodiversidad forestal, a pesar de ser un factor determinante en la lucha contra el cambio climático en extensas zonas del planeta, podría ser poco relevante en determinadas zonas.