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La capacidad de almacenar carbono parece no depender tanto de la diversidad, sino de otros aspectos como la abundancia, es decir, de un mayor número de árboles por unidad de superficie, según un estudio publicado recientemente en la revista Nature Communications y liderado por investigadores de la Universidad de Ginebra.
La capacidad de los árboles para eliminar el CO2
Por tanto, la biodiversidad forestal, a pesar de ser un factor determinante en la lucha contra el cambio climático en extensas zonas del planeta, podría ser poco relevante en zonas como las taigas (bosques boreales) o los bosques tropicales secos.
La idea que se tenía era que aumentando la variedad de especies vegetales en los bosques, se incrementaba también la capacidad de almacenar carbono, pero este nuevo estudio científico cuestiona este principio y sostiene que esta hipótesis tiende a ser más probable únicamente en los ambientes más productivos del mundo, como los bosques lluviosos de la Amazonía, los bosques tropicales húmedos de Centroamérica o de África, e incluso algunas zonas templadas, como la Cordillera Cantábrica en España.
Las conclusiones, a las que han llegado los investigadores de la URJC Luis Cayuela, Joaquín Calatayud y Adrián Escudero, son de una gran importancia práctica, ya que pueden guiar la toma de decisiones que definan estrategias de mitigación del cambio climático basadas en la naturaleza.
La promoción con éxito de la biodiversidad para alcanzar los objetivos climáticos
Concretamente, los expertos han subrayado que los resultados a los que han llegado aconsejan la promoción con éxito de la biodiversidad para alcanzar los objetivos climáticos definidos en el Acuerdo de París en determinadas zonas del planeta, pero no necesariamente en otras.
En la misma línea, el arbolado y los bosques eliminan el dióxido de carbono de la atmósfera y lo convierten en compuestos orgánicos durante la fotosíntesis, que luego almacenan en forma de madera, un proceso conocido como ‘secuestro de carbono’. Sin embargo, no todos los bosques tienen la misma capacidad para capturar y almacenar carbono.
Actualmente, las principales investigaciones han sugerido que los bosques más diversos, es decir, los que tienen más especies de árboles, pueden almacenar más carbono a través de una agrupación más densa de árboles que compiten menos porque son más diferentes entre sí.
Una mayor cantidad de árboles por unidad de superficie
No obstante, es curioso que la idea opuesta también parece posible: una mayor cantidad de árboles por unidad de superficie pueden aumentar la probabilidad de tener más especies.
Ambas hipótesis, no obstante, chocan en su enfoque porque plantean la misma relación entre diversidad y abundancia pero con relaciones de causa-efecto invertidas. Por lo tanto, tener más especies puede no ser siempre lo que se necesita para lograr un mayor almacenamiento de carbono en los bosques.
Bosques naturales ubicados en los cinco continentes
Jaime Madrigal González, investigador del Instituto de Ciencias Ambientales de la Universidad de Ginebra, ha establecido cuál de estas hipótesis es más probable en términos generales y bajo qué condiciones climáticas una de ellas es más probable que la otra.
La pregunta se ha abordado utilizando datos de inventarios forestales tomados de bosques naturales ubicados en los cinco continentes. Madrigal González ha afirmado que “más especies no siempre darán como resultado más árboles en un bosque”.
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