El problema de las armas de fuego en Estados Unidos se recrudece

Aun no hemos llegado al quinto mes de este año y en Estados Unidos ya se han contabilizado cerca de 150 tiroteos masivos con armas de fuego contra civiles en entornos cotidianos. El último ha sido este pasado 10 de abril cuando un joven de 25 años entró en la sucursal de un bando de Kentucky donde estuvo trabajando y abrió fuego contra los allí presentes, acabando con 5 vidas y dejando 9 heridos, según la agencia Associated Press.

Pero no es el único dato escalofriante relacionado. En estos últimos tres años, el número de muertes entre niños y adolescentes por armas de fuego aumentó casi un 50 %, debido principalmente a los tristemente habituales tiroteos en los colegios. Una situación que además tiene un potente sesgo racial, en el que las personas afroamericanas son las principales víctimas, como el reciente caso de Ralph Yarl, un menor afroamericano que recibió un disparo en la cabeza por llamar a una puerta equivocada.

¿Por qué es tan "sencillo" obtener armas de fuego en Estados Unidos?

Explicar los motivos por los que resulta tan sencillo acceder a las armas de fuego en Estados Unidos puede resultar algo complejo. Sin embargo, existen algunos puntos clave que nos ayudan a comprender, al menos en la superficie, la laxa regulación y la aceptación social de las mismas. Hay que empezar hablando de la historia de este país, convulsa y violenta en sus inicios, llevó a la creación de la segunda enmienda, las enmiendas las bases de su sistema legislativo, como aquí entenderíamos la constitución.

Esta segunda enmienda, que existe desde la fundación de los Estados Unidos como país en el siglo XVIII. En ella se reconoce un derecho fundamental en aquella época, la de la autodefensa. Va a ser bajo este paragua en el que va a abrigarse la obtención de armas de fuego de forma legal en este país, sin un exceso de regulación, ya que esto supondría una barrera al derecho de la autodefensa.

Pero la situación se vuelve algo más compleja por su sistema federal, es decir, cada Estado que conforma este país tiene capacidad de regular el acceso a las armas de fuego como considere, siempre y cuando no vulnere la segunda enmienda. Pero no es el único punto clave, también lo es la prolífera industria armamentística que extiende su alargado brazo hasta la política a través de los lobbies armamentísticos como la Asociación del Rifle.

La aceptación social bebe tanto de de las raíces fundadoras del país, como de la maquinaria cultural en la que las armas de fuego siempre han tenido un especial protagonismo en películas, series o literatura.

Un debate sin fin

Sin embargo, y cada vez más, se va a abriendo una brecha en la opinión pública con respecto a este asunto, principalmente por el incremento elevado de atentados armados y muertes a causa de las balas. Según los datos recopilados por la Gun Violence Archive, una organización que recopila información sobre el fenómeno de la violencia con armas de fuego en Estados Unidos, mostraba impactantes datos en los que en tan solo 8 años (de 2014 a 2022), se pasaron de 272 atentados de esta naturaleza a 646, además de un inicio de 2023 oscuro.