El impacto del deporte en la salud articular: Beneficios y precauciones

La artrosis afecta a millones de personas, incluyendo a jóvenes debido a prácticas deportivas inadecuadas. Muchos mitos rodean esta enfermedad, como que solo afecta a personas mayores o que no se puede hacer ejercicio. Sin embargo, es importante la prevención desde la infancia y llevar una vida activa para retrasar su aparición. 

La artrosis y el deporte: Mitos y realidades

La artrosis afecta a aproximadamente 7 millones de personas, causando dolor y discapacidad funcional. Una parte de estos casos se debe a una práctica deportiva inadecuada. Además, se estima que hay hasta 20 millones de personas que la padecen sin saberlo, ya que no han sido diagnosticadas. En España, el 30 % de la población la padece, aunque muchos aún no lo saben. 

El deporte mal practicado puede desencadenar la artrosis en edades más tempranas, especialmente en deportes como el fútbol, rugby, deportes de raqueta, pista y campo, entre otros. El exceso de esfuerzo en las articulaciones y las lesiones son los principales factores desencadenantes, especialmente en la cadera y la rodilla. 

El Dr. Josep Vergés, presidente de la Fundación Internacional de Pacientes con Artrosis (OAFI), destaca que se trata de una enfermedad grave que a menudo no recibe la atención necesaria y está rodeada de diversos mitos y falsedades. 

Existen muchos mitos falsos en torno a esta enfermedad. Por ejemplo, se piensa erróneamente que es una enfermedad exclusiva de personas mayores, cuando en realidad también afecta a jóvenes. Otro mito es que no hay nada que se pueda hacer, ya que se considera parte del proceso de envejecimiento. Esto es completamente falso, ya que se pueden tomar diversas medidas y no todas las personas mayores la sufren (un 20 % de las personas mayores de 100 años no la padecen). 

Otro mito falso es que las personas que sufren esta condición no pueden hacer ejercicio, lo cual no es cierto. De hecho, es recomendable que las personas realicen actividad física para evitarla. Es necesario desterrar todos estos mitos falsos. 

La prevención desempeña un papel fundamental, y esto comienza desde la infancia. Es importante analizar la estructura anatómica de los niños para determinar qué tipo de actividad física es adecuada para cada uno.

Factores de riesgo relacionados con la práctica deportiva

La práctica deportiva puede aumentar el riesgo de desarrollar este problema, especialmente en aquellos que están expuestos a factores de riesgo específicos. Algunos de estos factores son: 

• Nivel alto de competición: Los deportistas de élite que participan en competiciones a nivel profesional tienen un mayor riesgo de sufrir artrosis en edades tempranas. 
• Deformidad articular: Las personas con deformidades en las articulaciones, como la displasia de cadera o la desalineación de la rodilla, tienen un mayor riesgo de desarrollar el problema.
• Meniscectomía: Aquellos que han sido sometidos a una meniscectomía, una cirugía para extirpar parte del menisco de la rodilla, tienen un mayor riesgo en la articulación afectada. 
• Historia de ruptura del ligamento cruzado anterior: Las lesiones del ligamento cruzado anterior aumentan el riesgo de desarrollar artrosis en la rodilla a largo plazo. 
• Continuar practicando deporte después de una lesión: Aquellos que regresan a la práctica deportiva sin una adecuada rehabilitación después de una lesión articular tienen un mayor riesgo.
• Edad en la que ocurrió el trauma preexistente: La edad en la que se produjo una lesión articular previa puede influir en el riesgo de desarrollarla en el futuro.