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La Asociación para el Estudio del Hígado (AEEH) advirtió el pasado miércoles que el 3 % de los niños españoles sufren de hígado graso, una condición que hace una década era prácticamente inexistente en este grupo de edad. Además, subrayaron que "lo peor está por venir debido a la epidemia de obesidad en edades tempranas".
Por eso, se ha planificó un evento en el Congreso de los Diputados, con motivo del Día Mundial de la Enfermedad Hepática Crónica. Durante esta jornada, los diputados y empleados de la Cámara tendrán la oportunidad de realizar diversas pruebas para evaluar su salud hepática y conocer su perfil de riesgo.
Detectar a tiempo el hígado graso
La gran dificultad con esta enfermedad, como con todas las del hígado en general, radica en su carácter silente, según la AEEH. Los síntomas son vagos y no aparecen hasta que este órgano está considerablemente dañado. En el caso de los niños, además, las pruebas de detección, aunque han mejorado y simplificado mucho el diagnóstico, no son tan fiables y precisas como en adultos.
Sin embargo, diagnosticar lo antes posible, especialmente en niños y jóvenes, es crucial. Intervenir a tiempo mediante cambios en la dieta y la actividad física en pacientes con enfermedad hepática metabólica puede revertir la enfermedad en más del 80 % de los casos.
Los síntomas suelen aparecer a partir de los 6 años
En España, esta enfermedad comienza a manifestarse entre los 6 y 8 años, alcanzando su punto máximo de prevalencia entre los 10 y 12 años. Esta situación mejora durante la adolescencia, principalmente debido a los mayores niveles de actividad física típicos en esa etapa. "La aparición de esta enfermedad en niños de 6 a 8 años es tanto preocupante como sin precedentes en nuestro país, donde históricamente la prevalencia del hígado graso se ha concentrado entre los 40 y 80 años. El aumento hasta un 3 % en menores de edad indica una verdadera emergencia de esta patología en adultos", explica la Dra. Rocío Aller, secretaria científica de la AEEH.
Actualmente, más de 10 millones de españoles tienen hígado graso, de los cuales cerca de dos millones podrían tener esteatohepatitis y 400.000 podrían tener cirrosis hepática. Los hepatólogos advierten que esta cifra está lejos de alcanzar su máximo.
La obesidad y la diabetes
La doctora Aller advirtió que si no modificamos nuestros hábitos de consumo y estilos de vida de inmediato, y no nos tomamos en serio este problema, veremos un aumento exponencial de la obesidad y las tasas de diabetes, junto con un aumento en la prevalencia de este órgano dañado.
Por su parte, Manuel Romero, presidente de la AEEH, subrayó la necesidad urgente de tomar medidas, afirmando que estamos generando enfermedades de manera deliberada. Mañana, ante los diputados del Congreso, pedirá que se promueva no solo un enfoque multidisciplinario por parte de diversos especialistas y profesionales de la salud, sino también un enfoque multiinstitucional que involucre a todas las instituciones, colegios, familias y medios de comunicación.
"Estamos frente a un problema complejo que no puede abordarse únicamente desde la perspectiva sanitaria. Sin embargo, el hígado graso también un problema simple, ya que con ejercicio físico y una dieta mediterránea, el paciente tiene entre un 80 % y un 90 % de posibilidades de superarlo", concluyó.
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