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En España, un trabajador autónomo es la persona física que realiza de forma habitual y personal una actividad económica remunerada sin sujeción a contrato de trabajo.
Trabajar como autónomo tiene muchas ventajas en términos de libertad y flexibilidad, pero también conlleva una alta responsabilidad fiscal, es decir, impuestos y papeleos. En comparación con otros países como Francia, en el que durante el primer año de actividad se paga 0€, o en Holanda que son 50€ anuales, en España es mucho más caro y más difícil.
El pasado año 2021, el número de personas autónomas en España se incrementó en más de 56.000 personas hasta alcanzar los 3.328.399, la cifra más alta desde 2008.
¿Cuáles son los requisitos para ser autónomo?
Para trabajar como autónomo en España es imprescindible darse de alta en la Agencia Tributaria y en el Instituto de la Seguridad Social. A partir de este momento, hay que cumplir con las siguientes obligaciones:
- Declarar el IRPF. Es un impuesto de carácter progresivo que aumenta o disminuye en función de la facturación. Cuanto mayores sean las facturas, más pagarás de IRPF.
- Declarar el IVA. Es una tasa que se plica sobre el valor que producen las empresas. El porcentaje habitual es el 21% y se añade al total de las facturas. El IVA es una recaudación de Hacienda.
- Tramitar el modelo 347. Puedes trabajar desde cualquier parte y para cualquier país, por eso es obligatorio completar ese modelo en el caso de trabajar para terceros dentro de la Unión Europea.
En términos económicos, ¿es rentable ser autónomo?
Es cierto que ser autónomo tiene sus ventajas, como ser tu propio jefe o no tener que aportar ningún capital inicial, pero también existen desventajas, especialmente económicas.
En cuanto a la cuota que hay que pagar mensualmente a la Seguridad Social, aunque el primer año solo haya que pagar 60 euros al mes, a partir del segundo año es obligatorio pagar la cuota final, situada en 283,30 euros mensuales.
El IRPF, que es obligatorio declarar, es un porcentaje que se resta a los beneficios antes de sumar el IVA. Esto quiere decir que no pagará lo mismo la persona que lleva poco en activo, con derecho a acogerse a un 7%, que un veterano que lleva años facturando, que debería optar a un 15%.
Además, debes saber que las deudas se pagan con el patrimonio particular, lo que puede perjudicar a familias o a las personas que figuren como avalistas principales.
En resumen, ser autónomo requiere implicarse directamente en cuestiones comerciales, de marketing, negociación, proveedores, contabilidad, recursos humanos y todos los problemas que se pueden encontrar a diario en un trabajo. Todo será más fácil si tienes una mentalidad abierta a nuevas experiencias y eres consciente de que tendrás que actuar ante imprevistos con los que no contabas, pero también es muy recomendable empezar con algo de dinero ahorrado, ya que los costes tendrás que pagarlos directamente tú, sin recibir ninguna ayuda del Gobierno.
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