Requisitos y claves para que los autónomos se acojan a la Ley de Segunda Oportunidad

Bill Gates, el fundador de Microsoft, fracasó estrepitosamente con su primer proyecto empresarial, Traf-O-Data. Walt Disney, el creador del imperio del entretenimiento que lleva su nombre, fue despedido de su primer trabajo por "falta de creatividad". Y Steve Jops fue despedido de su propia empresa. Estos ejemplos nos recuerdan que el camino hacia el éxito empresarial no siempre es fácil y que, casi siempre en los orígenes, va unido a tropiezos y fracasos.

En España, miles de autónomos se enfrentan a dificultades económicas que ponen en jaque tanto sus negocios como su estabilidad personal. Para ellos, la Ley de Segunda Oportunidad puede convertirse en una tabla de salvación. En una oportunidad de reinventarse y volver a empezar.

Esta legislación, inspirada en modelos anglosajones, tiene el objetivo de dar una nueva oportunidad a aquellos emprendedores que, por diversas circunstancias, se ven ahogados por las deudas. Sin embargo, esta ley no está hecha para todos al tener que cumplir una serie de requisitos de la Ley de Segunda Oportunidad que es preciso conocer.

Requisitos clave para acogerse a la Ley de Segunda Oportunidad

Como hemos anunciado, para poder beneficiarse de esta ley, los autónomos deben cumplir una serie de requisitos que demuestren que los afectados están vivienda realmente una situación de insolvencia y no tratan de eludir responsabilidades financieras.

De ahí que una de las condiciones para poder acogerse a esta ley sea la de que solo es hábil para personas físicas, ya sean autónomos o particulares, y no para empresas como entidades jurídicas. Además, el solicitante debe demostrar fehacientemente que está en una situación de insolvencia real, es decir, estar en lo que se denomina quiebra técnica.

Otro de los requisitos que hay que cumplir es que el autónomo solicitante debe contar con, al menos, dos acreedores. Estos pueden ser organizaciones privadas como bancos u otras entidades públicas, entre las que se encontraron casos de pagos pendientes a Hacienda o la Seguridad Social…

En cuanto al importe de la deuda, la legislación de la Segunda Oportunidad contempla también límites. En concreto, la ley establece un máximo de 5 millones de euros. Asimismo, también subraya que otra de las cláusulas que se debe cumplir para poder acogerse a esta ley es la demostración de la falta de recursos o patrimonio para hacer frente a las deudas acumuladas.

Restricciones basadas en el historial del solicitante

La ley también establece algunas restricciones basadas en el historial del solicitante. Por ejemplo, no pueden acogerse a esta medida aquellos que hayan sido declarados culpables en un concurso de acreedores anterior. Asimismo, existe una limitación temporal: no se puede recurrir a esta ley más de una vez cada cinco años, lo que busca evitar un uso abusivo de este mecanismo de protección.

Requisitos que ya no son necesarios

Desde su aprobación, la legislación ha evolucionado para ampliar opciones y dar verdaderas segundas oportunidades. Así, ya no se excluye automáticamente a quienes hayan cometido delitos económicos, siempre y cuando hayan cumplido la pena correspondiente.

Otro cambio importante es que el requisito de no haber rechazado un trabajo considerado apto en los últimos cuatro años se ha eliminado. De este modo, la autoridad reconoce la complejidad del mercado laboral en España y contempla que existen circunstancias personales que pueden llevar a rechazar una oferta de empleo.

Pasos a seguir para iniciar el proceso

Una vez que el autónomo considera que cumple con los requisitos necesarios, el proceso para acogerse a la Ley de Segunda Oportunidad se inicia con una revisión exhaustiva por parte de un juez, quien será el encargado de verificar que el solicitante cumple con todas las condiciones establecidas por la ley.

Si el juez determina que cumple con todos las exigencias de la ley, se procede a la concesión de la Exoneración del Pasivo Insatisfecho (EPI). Este paso supone la liberación de las deudas que el autónomo no puede afrontar, permitiéndole así comenzar de nuevo sin el lastre de obligaciones financieras imposibles de cumplir.

Aunque pueda parecer sencillo, el trámite es mucho más complejo de lo que parece. De ahí la importancia de contar con el asesoramiento legal adecuado para que el proceso no se convierta en un camino tortuoso y añade más estrés del que el propio autónomo ya está viviendo dada su situación económica.

En estos casos, lo recomendable es contar con un abogado experto en la materia que guíe al autónomo y se asegure de que se cumplen todos los requisitos. Además, y no menos importante, hay que presentar correctamente todos los documentos necesarios.

Esta ley ha supuesto en España un cambio en la forma en la que la sociedad en general se enfrenta a los fracasos empresariales. Lejos de estigmatizar al emprendedor, esta normativa, al igual que otros países de raíces anglosajonas, quiere incentivar la iniciativa privada, como su propio nombre indica, dar otra oportunidad para generar riqueza y empleo. Algo que, además, va unido a una mejora en el bienestar del afectado.

Como hemos enumerado al inicio del artículo, muchos de los grandes empresarios de la historia tuvieron que levantarse tras un fracaso inicial. Si eres autónomo y estás en una situación similar, no lo dudes. Tu segunda oportunidad te está esperando.