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En el Camp Nou, empate. Fuera, quema de contenedores y cargas policiales.
El Clásico fue algo más que un partido
Las protestas de Tsunami Democràtic marcaron la previa de un encuentro que dejó a un lado que ambos llegaban colíderes en la clasificación de LaLiga.
Barça y Real Madrid se mantienen empatados a puntos, aunque los blancos con mejores sensaciones.
La batalla táctica se la llevó Zidane, cuya apuesta por cuatro centrocampistas, con Isco como enganche, hizo que los blancos dominaran el choque en todo momento. Valverde, que puso a Sergi Roberto en el medio, vuelve a quedar señalado.
Comenzaron los culés con el balón en su poder. El mediocampo blanco cortaba todas las vías de entrada y solo un fantástico pase larguísimo de Messi creo algo de inquietud.
Poco a poco fueron creciendo los visitantes, con Kroos al mando y un Valverde imperial. El primer aviso fue de Benzema, que disparó a las manos de Ter Stegen tras un gran pase de Isco.
Llegó la avalancha blanca
Innumerables fueron las llegadas tras las que fue un milagro que no llegara el gol. Piqué sacó bajo palos un remate de Casemiro, y la sucesión de saques de esquinas desbordó a un Barça incapaz de salir de su propia área y con Varane reclamando un agarrón de Rakitic.
Un pase de Benzema lo sacó como pudo la zaga azulgrana, y los centros se sucedían sin parar con los de Valverde achicando balones como podían. En otra peligrosa internada de Karim, Ter Stegen evitó el remate de Isco cuando iba a marcar y tras su despeje Casemiro se sacó un gran chut que el alemán desvió a córner.
El dominio siguió siendo absoluto del Real Madrid
Dos duros disparos de Valverde casi se convierten en gol. Pero la mejor ocasión fue para Jordi Alba en otro pase de fantasía de Messi que el lateral, solo en el área, no supo aprovechar.
Tras el descanso, siguió el Madrid y Barça, aunque sin ocasiones claras de gol. Fue el momento de la reivindicación de Tsunami Democràtic, que al poco de arrancar la segunda parte (minuto 56) llenó de balones el terreno de juego y obligó a la seguridad a saltar al campo a recogerlos.
Ni Messi ni Suárez acertaron a rematar un balón suelto dentro del área.
El Madrid siguió a lo suyo, apretando, quitándole el balón al Barça y llegando con peligro. Bale la tuvo en un disparo durísimo que se perdió poro poco y marcó en el minuto 72, pero Mendy, que recibió un gran pase de Casemiro, estaba en fuera de juego por centímetros y el tanto no subió al marcador.
El partido entró entonces en un ida y venida constante, con los culés metiendo miedo a la contra y el Madrid dominando pero ya sin fuerzas para marcar.
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