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¿Cuántos no recordamos esos enormes castillos Disney donde se desarrollaba toda la magia de las historias de nuestra infancia?, el de la Bella Durmiente, Cenicienta o Blancanieves. Todas seguían más o menos un mismo patrón inspirado en los castillos de la vieja Europa, con torreones y tejados picudos. Por supuesto estos llegaron a convertirse en el icono de la empresa, que vemos cada vez que empieza una de sus películas o sus famosos parques de atracciones.
Con la idea en mente de que esto ha sido una gran fuente de negocio para la factoría, en 2004 se lanzó un proyecto más que ambicioso: construir un barrio de castillos Disney como propuesta de barrio residencial. Se proyectó como una idea de negocio de lujo, ya que cada construcción, además de ser un auténtico castillo, contaba con todo tipo de lujos para disfrutar de un barrio de ensueño. El problema, que todos eran iguales y el precio que se pagaba por uno de ellos.
Los castillos Disney, de un barrio de fantasía a un barrio de pesadilla
Puede que varios factores se alineasen para que este proyecto finalmente se fuese a pique. Puede que entre las causas para comprender esta a debacle urbanística de castillos Disney empiece por su localización. Decidieron construir este barrio residencial en la localidad Mudurnu, en Turquía, bajo el nombre de 'Burj Al Babas'. No solamente fue el enorme impacto medioambiental que supuso su construcción, ya que la tala de árboles fue excesiva, sino también su estética discordante con la zona y el país.
A esto se le sumó que se construyendo nada más y nada menos que 587 castillos Disney exactamente iguales, bajo un concepto que pretendía ser exclusivo y de lujo, ya que el precio de cada residencia rondaba entre los 380.000 y los 500.000 euros. Vistas al bosque, jacuzzis y todo lo que cualquier niña que soñaba con ser princesa pudiese desear, salvo quizá la originalidad. El barrio no convenció a aquellos que tenía economía suficiente como para permitirse algo tan estrafalario.
Estos castillos Disney se quedaron sin princesas y sin finales felices, al igual que la promotora del proyecto que acabó entrando en bancarrota. No todas las ideas salen como las esperamos muchas veces y este es un ejemplo de cómo un concepto mal planteado en un entorno poco adecuado, puede dejar un escenario distópico como este.
Nuevas formas para hacer turismo
Con el paso de los años se ha buscado la manera de sacar partido a este barrio de castillos Disney, que con el paso del tiempo y el abandono, ha dejado atrás sus intenciones de ser una fantasía infantil, a convertirse en un auténtico escenario de pesadilla. Algo a lo que sin duda se le puede sacar provecho a través de la promoción turística para aquellos curiosos y amantes de lo increíble, porque, ¿a quién se le podría ocurrir que un barrio así existiese de verdad?
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