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Hoy hablamos de la chirimoya, una fruta tropical que proviene de los Andes del Perú y de las montañas de Ecuador. Con el descubrimiento de América, los españoles conquistadores nos trajeron esta joya dulce hasta Europa.
En la actualidad, la mayor parte de la producción proviene de la autonomía de Andalucía, y según los nutricionistas, esta fruta típica del invierno cuenta con un sabor y unas propiedades inigualables.
Chirimoya, una fruta dulce y con un aporte saludable para todo el organismo
El caso es que la chirimoya sigue siendo una gran desconocida, porque su maduración óptima se da durante pocos meses al año, pero gracias a las nuevas técnicas de cultivo, se puede ir encontrando en el mercado por más tiempo.
Pero hablemos de todos los beneficios que aporta, pues es una fruta muy completa por la gran riqueza en nutrientes que presenta.
La mejor forma de consumirla es sola, sin más. Y es que tiene una gran fuente de potasio, vitamina C, y carbohidratos de carbono, que ocupan un 20 % de su peso.
La chirimoya no se considera un alimento calórico a pesar de los azúcares simples que contiene como son la fructosa, la glucosa y la sacarosa, ya que los expertos señalan que solo aporta 90 kilocalorías por 100 gramos de porción comestible, y es también pobre en grasas y proteínas.
Los nutricionistas expertos de Andalucía nos detallan que la chirimoya y su consumo nos aporta una mejora del funcionamiento muscular, la estimulación del sistema nervioso, la eliminación de líquidos, así como un potente antioxidante que ayuda en la absorción de hierro de otros alimentos, por lo que refuerza el sistema inmunitario, formando colágeno para los huesos, los glóbulos rojos y los dientes.
Además, nuestro tránsito se verá mejorado, porque la chirimoya también nos aportará una cantidad muy rica en fibra, por lo que nuestra salud intestinal se verá altamente mejorada.
Elección en la frutería y forma de conservación óptima
Los expertos indican que para escoger la mejor, debemos fijarnos en que tenga la piel lisa, presente un color verde claro más o menos uniforme.
Se trata de una fruta delicada, por lo que es fácil que le salgan manchas, pero su tacto debe ser blandito. Además, por el gran aporte que hace en fibra, es bueno que las personas con estreñimiento las consuman, combinándolas con el kiwi, que presenta la misma cantidad y es la fruta más conocida para combatir este problema en el tránsito intestinal.
A la hora de su conservación, como la chirimoya es una fruta climatérica, los expertos nutricionistas recomiendan mantenerlas en lugares abiertos, a temperatura ambiente, sin acercarlas a otras frutas, porque pueden acelerar su procesos de maduración. Se trata de una fruta muy sensible al frío. Su dulzor se presenta como la opción perfecta para saciar esos antojos dulces que se nos pueden presentar de vez en cuando.
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