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Aprovechar al máximo los alimentos que compramos es clave para ahorrar y reducir el desperdicio. Tener que desechar comida debería ser nuestra última opción. Por ello, conservar de forma adecuada los alimentos es fundamental. A menudo creemos que sabemos cómo hacerlo, pero no siempre es así. Conservar los alimentos de manera incorrecta puede alterar su sabor, textura y aspecto, como sucede cuando la fruta se oxida debido a un almacenamiento descuidado.
Maximizar el uso de los alimentos es importante para su propia conservación
Una estrategia inteligente para ahorrar dinero es maximizar el uso de los alimentos que compramos, evitando así desperdiciar aquellos que se echan a perder por falta de conservación. Desperdiciar las sobras de comida debería ser nuestra última opción, por lo que es crucial saber cómo conservar los alimentos durante el mayor tiempo posible.
A menudo asumimos que conocemos todas las técnicas adecuadas para hacerlo, pero no siempre es así. Cuando almacenamos los alimentos de manera incorrecta, estos pueden perder parte de sus cualidades, alterando su sabor, textura o apariencia, como ocurre cuando la fruta se oxida debido a un almacenamiento descuidado.
Comer de una forma más saludablemente se ve facilitado cuando la fruta que llevamos al trabajo, al parque o al gimnasio se mantiene fresca y apetecible. Esto incrementa nuestras ganas de consumir y disfrutar de su sabor con éxito. Además, conocer las frutas y verduras de temporada nos ayuda a mantener una dieta variada y fresca durante todo el año.
¿Cómo podemos evitar que se nos oxide la fruta?
Para evitar que la fruta cortada se oxide y pierda su atractivo color, así como sus propiedades, puedes seguir estos útiles consejos:
- Elige el recipiente adecuado: Opta por un recipiente con cierre hermético, como un táper, para evitar la entrada de aire y oxígeno, los cuales inician el proceso de oxidación.
- Recurre a los cítricos: Los cítricos son ricos en antioxidantes, por lo que agregar un poco de zumo de limón o naranja a la fruta cortada ayuda a prevenir el oscurecimiento.
- Envuélvela con cuidado: Utiliza una servilleta de papel humedecida en agua para envolver la fruta troceada. Luego, colócala en un recipiente hermético. La servilleta actuará como barrera, manteniendo la humedad y evitando la oxidación. Recuerda retirar la servilleta antes de consumirla.
- Sumérgela en agua fría: Sumergirla en agua fría y almacenarla en un recipiente hermético prolongará su frescura. También puedes añadir un poco de zumo de cítricos o vinagre de manzana, aunque esto puede alterar ligeramente su sabor.
- Otras opciones: Sumergirla en agua salada o agua tibia con miel también son opciones efectivas. La proporción es de media cucharada de sal por cada medio litro de agua, o una taza de agua con dos cucharadas de miel. Después de un tiempo determinado, aclara las frutas para eliminar el exceso de líquido.
Estas soluciones no son un método eficaz, pero sí ayudan a retardar el proceso de oxidación, permitiéndote disfrutar de tus frutas por más tiempo y evitando desperdiciarlas. Si tú también eres de los que se les olvida y quiere evitar este tipo de situaciones, coge papel y boli y anota nuestros consejos.
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