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Durante la festividad de Navidad, los niños se convierten en verdaderos protagonistas debido a la llegada de Papá Noel y los Reyes Magos, lo que puede dar lugar al conocido como síndrome del niño hiperregalado, que se relaciona con un exceso de regalos.
Por eso, los expertos advierten de este problema y recomiendan a los padres comprar a los niños solo los regalos necesarios, no superar el ránking de regalos en comparación al año anterior.
En muchas familias los pequeños reciben más de 20 regalos
Durante la Navidad, los niños se convierten en los protagonistas, sobre todo en el Día de los Reyes Magos y en el de Papá Noel. En estos días, los niños reciben con ansias los regalos que llevan esperando todos los años, sin embargo, en muchas ocasiones el número de regalos es demasiado alto.
Aquí es cuando hablamos del síndrome del niño hiperregalado, que ocurre con el exceso de regalos hacia un niño. De hecho, en España, las tendencias de consumo son cada vez mayores y en cada familia se gastan alrededor de 166 euros solo para los peques de la casa. Con ello, España se posiciona en el segundo puesto del ránking con mayor gasto del continente.
Cuando hablamos de Navidad, lógicamente hablamos de regalos, pero no siempre tenemos una percepción correcta de estas festividades. En muchas familias está presente el síndrome del niño hiperregalado, ya que muchos de ellos pueden recibir hasta más de 20 regalos.
Ante un caso de síndrome del niño hiperregalado, los expertos como la doctora y terapeuta, Marisa Navarro, afirman que los padres deben aprovechar este momento para fomentar los vínculos afectivos con sus hijos. Así, “los padres tienen que saber cuál es ese regalo que están esperando con tanta ilusión y para ello, además de hablarlo, lo ideal es jugar con ellos y saber así qué es lo que les gusta”, señala Navarro.
El síndrome del niño hiperregalado se basa en la cantidad, no en la calidad
Tal y como hemos visto, el síndrome del niño hiperregalado se define por la cantidad de regalos que un niño recibe sin necesidad, es decir, no recibe regalos deseados. De hecho, nuestros hijos valoran los regalos por la cantidad, no por la calidad, lo que les convierte en personas egoístas.
A la hora de ver el problema, siempre nos fijamos en los niños. Sin embargo, el problema llega cuando los padres no son capaces de establecer un límite y de negarse a los deseos y necesidades de los menores.
Todo esto termina en una consecuencia: los pequeños empiezan a valorar muy poco a los presentes, incluso se les mete la idea de que pueden conseguir muchas cosas sin necesidad de esforzarse, lo que les pasará factura en un futuro no muy lejano.
¿Qué deben hacer los padres para evitar esta situación?
Los expertos insisten en que acabar con el síndrome del niño hiperregalado comienza desde los padres. Para ello, los padres deben escribir la carta a Papá Noel o a los Reyes Magos junto a sus hijos y establecer un límite de regalos.
Por supuesto, debemos convertir las celebridades navideñas en oportunidades para demostrar a nuestros hijos los valores de la gratitud, la solidaridad, la bondad y la empatía.
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