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Los retos que traen consigo el cambio climático y la contaminación son bastante grandes, y del superarlos depende nuestra supervivencia como especie. No hay más que ver las cifras, según la ONG Greenpeace, solo en España la contaminación mata a 45.000 personas cada año y supone una de cada cinco muertes en todo el mundo. Para reducir estos efectos, se trabaja con nuevas tendencias, como la biofilia, para traer nuevamente la naturaleza a las ciudades.
¿En qué consiste la biofilia?
La biofilia no es ni más ni menos que el amor, o la afinidad, por la naturaleza, que siente el ser humano de forma intrínseca e independiente de cualquier tipo de sesgo. Este término empezó a usarse en los años 70, cuando Erich Fromm, psicoanalista, publicó un libro en el que dibujaba la relación entre el ser humano y la naturaleza. Más adelante, Edward O. Wilson sería quien acuñase definitivamente el término en los años 80.
Poco a poco, fue surgiendo una tendencia dentro de la arquitectura, que enraizaba su esencia en la biofilia. El objetivo de esta nueva corriente, era la de ser capaces de introducir elementos de la naturaleza en las infraestructuras de las ciudades, donde siempre han hecho más falta, además de proteger y restaurar las que ya existían. De esta forma, se busca aprovechar los beneficios que aportan para limpiar el aire, pero también para ayudarnos a descansar nuestra mente y hacernos sentir mejor.
Hoy en día, la biofilia ha vuelto con más fuerza, como una tendencia que no solo se cuela en las paredes de hormigón de las nuevas construcciones, sino que también ha empezado a invadir el interior de nuestras viviendas. Huertos comunitarios, plantas en la terraza, cactus en la oficina, ¿Quién en estos días no ha intentando tener alguna planta en casa? los más inexpertos quizá hayamos optado por plantas de interior sencillas de cuidar y los más apañados tendrán aun auténtico jardín.
Necesitamos naturaleza
El ser humano necesita la naturaleza. Nacimos en ella y la hemos utilizado para ir evolucionando. Nos aporta importantes beneficios en cuanto a nuestra salud física, ya que limpia el aire de la contaminación tan perjudicial para nuestro organismo, y además favorece a rebajar las temperaturas, algo que sin duda va a hacer mucha más falta si el calentamiento global sigue yendo al paso que va. La biofilia viene a querer impulsar esta transformación de las ciudades para hacerlas más sostenibles.
Pero la naturaleza no solo nos ayuda para nuestra salud física, también tiene un importante impacto en nuestra salud mental. Cada vez somos más conscientes sobre la necesidad de bajar nuestros niveles de estrés y de cuidar nuestra mente. La biofilia es un excelente trabajo para conseguirlo, ya que existen muchos estudios que han demostrado que el contacto con la naturaleza ayuda al ser humano a bajar sus niveles de cortisol, sentirse conectado a algo más grande y en definitiva, a 'limpiar' nuestra mente de todo aquello que a la larga puede dañarla.
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