Lectura fácil
Dejar de fumar es una de las mejores decisiones que una persona puede tomar para mejorar su salud bucal. El consumo de tabaco tiene numerosos efectos adversos sobre los dientes y la boca y, abandonar este hábito, puede conducir a una notable recuperación de la salud oral. Desde la mejora de la producción de saliva y la reducción del mal aliento, los beneficios son múltiples y duraderos.
A continuación, los expertos de la clínica Sermade, clínica odontológica especializada en la salud bucodental en personas mayores y dependientes, explican los cambios y beneficios que experimenta la boca cuando una persona deja de fumar:
1. Mejora en la producción de saliva
El tabaco reduce la producción de saliva, lo que provoca sequedad bucal (xerostomía). La saliva es clave para mantener una boca sana, ya que ayuda a neutralizar los ácidos producidos por las bacterias en la placa dental, lava las partículas de comida y proporciona enzimas que inician la digestión. Tras dejar de fumar, la producción de saliva comienza a normalizarse, mejorando la lubricación y reduciendo la sensación de sequedad. Esta mejora se puede notar en unas pocas semanas después de dejar de fumar.
2. Reducción del mal aliento (Halitosis)
El mal aliento, o halitosis, es un problema común entre los fumadores debido a los residuos del tabaco y la sequedad bucal. Cuando una persona deja de fumar, la reducción de las sustancias químicas tóxicas y el aumento de la producción de saliva ayudan a disminuir el mal aliento. Muchas personas notan una mejora en su aliento en las primeras semanas tras dejar de fumar.
3. Reducción de la placa y el sarro
Los fumadores tienden a acumular más placa y sarro en sus dientes por la presencia de partículas de tabaco y una menor producción de saliva. Dejar de fumar permite que las rutinas de higiene bucal sean más efectivas, lo que reduce la acumulación de placa. Con limpiezas dentales regulares y una buena rutina de cepillado y uso de hilo dental, la cantidad de sarro disminuye significativamente.
4. Mejoras estéticas
El tabaco mancha los dientes, dándoles una apariencia amarillenta o marrón. Estas manchas son causadas por la nicotina y el alquitrán presentes en el tabaco. Al dejar de fumar, la acumulación de estas sustancias se detiene permitiendo que las limpiezas dentales y los tratamientos blanqueadores sean más efectivos. Aunque las manchas severas pueden requerir tratamientos profesionales, muchos exfumadores notan una mejora en la apariencia de sus dientes con el tiempo.
5. Reducción del riesgo de cáncer oral
El tabaco es una de las principales causas de cáncer oral, que puede afectar los labios, la lengua, las mejillas y la garganta. El riesgo de desarrollar cáncer oral disminuye con el tiempo cuando se deja de fumar. Aunque los beneficios no son inmediatos, el riesgo sigue disminuyendo cuanto más tiempo una persona permanece libre de tabaco. Se estima que después de 10 años sin fumar, el peligro del cáncer oral se reduce aproximadamente a la mitad en comparación con los fumadores actuales.
6. Mejoras en la percepción del sabor y el olfato
Fumar afecta negativamente las papilas gustativas y la capacidad de percibir olores, lo que puede reducir el disfrute de los alimentos y bebidas. Al dejar de fumar, las papilas gustativas y el sentido del olfato comienzan a recuperarse. Muchas personas notan una mejora en su capacidad para saborear y oler en unas pocas semanas, lo que puede hacer que las comidas sean más placenteras y que la boca se sienta más fresca.
7. Fortalecimiento del sistema inmune bucal
Fumar debilita el sistema inmune y aumenta la susceptibilidad a infecciones bucales, como la candidiasis oral. Dejar de fumar fortalece el sistema inmunológico, lo que ayuda al cuerpo a combatir las infecciones más eficazmente y a mantener una boca más saludable.
Algunas prácticas a tener en cuenta para cuidar nuestra boca
Para maximizar los beneficios de dejar de fumar y acelerar la recuperación de la salud bucal, Sermade recomienda seguir estas prácticas:
- Mantener una buena higiene bucal: Cepillarse los dientes al menos dos veces al día con pasta dental con flúor, usar hilo dental diariamente y un enjuague bucal antibacteriano.
- Visitar al dentista regularmente: Programar visitas regulares al dentista para limpiezas profesionales y chequeos, especialmente para evaluar y tratar cualquier problema periodontal.
- Llevar una dieta saludable: Consumir una dieta equilibrada rica en frutas y verduras, que ayuda a mantener la salud bucal y a fortalecer el sistema inmunológico.
- Hidratación adecuada: Beber suficiente agua para mantener la boca hidratada y estimular la producción de saliva.
- Evitar sustitutos de tabaco: Evitar el uso de cigarrillos electrónicos, tabaco de mascar o vapeadores, ya que también pueden tener efectos adversos en la salud bucal.
- Uso de productos de cuidado bucal especializados: Considerar el uso de productos diseñados para exfumadores, como enjuagues bucales que promuevan la salud de las encías y pastas dentales para blanqueamiento.
Añadir nuevo comentario