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Angicos (Brasil), 12 may (EFE).- Varios historiadores e investigadores reivindican que el pico de Cabují, el único volcán extinto en Brasil que conserva su forma original, fue el punto que avistaron los primeros portugueses que llegaron al país en 1500, un hecho que por siglos es atribuido al Monte Pascoal, en Bahía.
Localizado cerca del litoral de Río Grande do Norte, en el extremo nordeste del país, el pico de Cabují es el único de los varios volcanes sin actividad que mantiene intacta su forma y hoy su nombre es más conocido por los brasileños por esa reivindicación histórica.
El primero en levantar esa hipótesis fue el investigador Lenine Pinto, profesor de la Universidad Federal de Río Grande do Norte que en 2012 publicó el libro "Reinvención del Descubrimiento", en el que afirma que Cabují es el Monte Pascoal y que el vecino municipio de Touros corresponde a la ciudad de Porto Seguro.
A pesar de las teorías que indican que el portugués Duarte Pacheco Pereira avistó, sin tocar tierra, lo que hoy es Brasil en 1498, y el español Vicente Yáñez Pinzón habría llegado a la costa de Pernambuco el 26 de enero de 1500, el descubrimiento es atribuido a Pedro Alvares Cabral el 22 de abril de ese mismo año.
Alvares Cabral era uno de los comandantes de la expedición portuguesa de Vasco da Gama que buscaba una ruta diferente para llegar a India, circundando el continente africano, y de acuerdo con los relatos históricos avistó primero el Monte Pascoal y luego desembarcó en lo que hoy es la ciudad de Porto Seguro.
El ingeniero civil e investigador Manuel Oliveira Cavalcanti, que acaba de publicar "1500: De Portugal al saliente potiguar", un libro que recoge los estudios a partir del viaje del propio autor al país ibérico para conocer con más detalles la "Carta del Descubrimiento", el documento oficial portugués sobre Brasil.
"Hay una tesis de un historiador sobre que el descubrimiento de Brasil fue en Río Grande do Norte y sobre esa tesis seguí", dijo a Efe Oliveira Cavalcanti, quien recopiló el trabajo de Pinto y reforzó la teoría con más datos basados en la interpretación de los relatos de los portugueses.
De acuerdo con el autor, "hay nuevos hechos, nuevas evidencias y el libro muestra eso, que Brasil fue descubierto en Río Grande do Norte. Fueron dos años de investigación".
"Estuve en Portugal, en la Torre do Tombo, e investigué decenas y decenas de libros, investigué las corrientes marítimas, la plataforma continental, las corrientes aéreas y por ahí va todo el trabajo para demostrar esa teoría", apuntó.
Pinto, Oliveira Cavalcanti y otros investigadores se apoyaron también en una expedición conjunta realizada entre los Gobiernos de Brasil y Portugal para la celebración de los 500 años del descubrimiento, en la que los navegantes utilizaron la ruta, condiciones y equipos similares a los empleados por Alvares Cabral.
Para llegar el 22 de abril de 2000 a Bahía, un estado más al sur de Río Grande do Norte, la expedición necesitó de un motor auxiliar más potente, pues en las mismas condiciones de 1500 sólo conseguirían tocar suelo brasileño, en esa fecha, en Touros.
Con coordenadas de 5° 42' 22" S 36° 19' 15" y una altitud de 590 metros, el pico de Cabuji, cuyo nombre indígena tupí-guaraní significa "pecho de muchacha", también es llamado de Serrote da Itaretama, que en la misma lengua se traduce como "sierra de muchas piedras".
El pico forma parte del Parque Ecológico Cabugi (con 'g'), una extensa área de preservación vigilada por el Gobierno regional y que cada vez cuenta con más turistas nacionales y extranjeros que buscan una opción de aventura diferente a la ofrecida por las paradisíacas playas en esa zona.
El último 22 de abril, en la celebración de los 518 años del descubrimiento de Brasil por parte de los portugueses, la teoría volvió a tomar fuerza y varios editoriales de prensa y reportajes de televisión dedicaron su espacio a esa reivindicación histórica que se levantó después de cinco siglos.
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