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La desaparición de oficinas bancarias en España y por tanto de cajeros sigue su tendencia al alza a pesar de ser el segundo país de la Unión Europea (UE), detrás de Francia, que cuenta con más sucursales por cada millón de habitantes (483), según datos del Banco Central Europeo (BCE). Según informa Auriga, uno de los principales proveedores de software y de soluciones tecnológicas para los sectores bancario y de pagos, el proceso de reestructuración bancaria actual en España, que se inició con la crisis del 2008, aún no ha llegado a su fin.
La digitalización de los servicios bancarios y financieros, sumada al proceso de fusiones y los cambios de hábitos que ha traído consigo la pandemia, auguran que el mercado seguirá reorganizándose. Según un estudio de JP Morgan, la transformación digital en la banca podría implicar la desaparición del 70 % de las sucursales entre 2019 y 2030, y se estima que cuando la digitalización haya alcanzado el 85 %, solo quedarán 3.900 oficinas en España.
En este escenario, Auriga señala que los bancos se encuentran ante dos retos simultáneos: por un lado, han de continuar garantizando el acceso al efectivo y la inclusión financiera de aquellos segmentos de población en riesgo de quedar excluidos, bien por razones geográficas o bien por su dificultad para adquirir hábitos de interacción online. Y, por otro, no pueden dejar de optimizar sus costes de operación.
Un parque de cajeros rentable y eficiente
Según Auriga, el modelo de agrupación permite replantear por completo la lógica de la red, eliminar terminales duplicados y optimizar dónde y cómo se emplazan. Si bien la mayoría están situados en las sucursales (ya sea dentro o fuera) la agrupación permitiría elegir mejores ubicaciones -como plazas comerciales o centros de transporte público- para garantizar que la cobertura atienda las necesidades sociales de acceso al efectivo.
Aunque Auriga señala que una parte "importante" de la población sigue confiando en el efectivo en su vida cotidiana, la pandemia ha hecho que se dispare el uso de la tarjeta para pagar todo tipo de operaciones. Así lo refleja la Encuesta Nacional del Banco de España sobre el uso del efectivo, según la cual el pago en metálico durante 2020 fue el medio de pago más habitual del 36 % de los ciudadanos españoles, frente al 53 % al que ascendía en 2019 o el 80 % en el que se situaba en 2014, según publicaba el medio económico Cinco Días el 19 de julio.
“Veremos cada vez más cómo los bancos de toda Europa deben adaptarse a este proceso. La evolución del sector y la digitalización les obliga a mantener el acceso al efectivo y, al mismo tiempo, reducir costes y asegurarse de que sus redes de cajeros alcancen un punto de equilibrio. El nuevo modelo ya funciona con éxito en los países escandinavos y en Benelux, por ejemplo. Son un buen ejemplo a seguir para otros que todavía están dando los primeros pasos en este sentido”, explica Niccolò Garzelli, vicepresidente Senior de Ventas de Auriga.
La mancomunación de cajeros permitiría a los bancos innovar y añadir valor a sus servicios
Otro aspecto que Auriga señala como atractivo de la mancomunación de cajeros es que permitiría a los bancos una revisión a fondo de sus flotas, abriendo la puerta a una arquitectura e infraestructura de próxima generación y convirtiéndolos en "mucho más que máquinas expendedoras de efectivo".
Así, las entidades tendrían "una gran oportunidad de añadir valor" con una amplia gama de funcionalidades y servicios: desde integrar el canal móvil (recargas, pagos y otras opciones que se ofrecen por home banking), la conversión dinámica de divisas (DCC) para clientes internacionales, la gestión de tasas de recargo para los clientes de otros bancos, la publicidad, el marketing, e incluso funciones más avanzadas de sucursal de autoservicio asistidas por operadores remotos las 24 horas del día.
Este enfoque alternativo será, tal y como señala Auriga, el siguiente paso en la evolución de los servicios que ofrecen los bancos, para lo que las entidades necesitarán contar con un software que posibilite gestionar un conjunto amplio de funciones y transacciones, además de admitir los dispositivos de hardware correspondientes. Afirman que este nuevo modelo permitirá revitalizar las redes de cajeros automáticos, satisfacer las necesidades de los clientes y, en definitiva, contribuir a fortalecer este canal a largo plazo.
Auriga, como proveedor especializado en soluciones tecnológicas para la industria de la banca omnicanal y de pagos, facilita a sus clientes este modelo de agrupación gracias a la "flexibilidad" y "fiabilidad" de su software, que asegura estar dando buenos resultados en algunas entidades europeas como la belga Batopin.
Aunque este tipo de soluciones llaman a innovar la red de cajeros, lo cierto es que la reducción de estos no debe hacer perder el acceso a efectivo a personas que viven en zonas alejadas de núcleos urbanos, ya que su ausencia obliga a los ciudadanos a desplazarse para disponer de un bien tan esencial. Asimismo, hay muchas personas mayores que no están habituadas a pagar con tarjeta, ni mucho menos con el móvil, y se les debe poner todas las facilidades para que dispongan de efectivo.
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