Millones de vidas pueden salvarse si las políticas climáticas ponen el ojo en la salud, porque cambiando el tipo de alimentación, ofreciendo una mejor calidad del aire y tomando medidas adecuadas, se puede revertir la situación.
Este 2020 lleva todas las papeletas para acabar siendo el más caluroso que se tiene registrado, cosa que vuelve a demostrar la continua presencia y el peligro del calentamiento global.