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El cambio climático sigue siendo una de las principales preocupaciones a nivel global, y España no es la excepción. Según la séptima edición de la "Encuesta Anual sobre el Clima" realizada por el Banco Europeo de Inversiones (BEI), el 95 % de los españoles apoya la adopción de medidas para enfrentar los efectos del cambio climático. Este respaldo se considera uno de los más altos en la Unión Europea, lo que refleja un creciente compromiso por parte de la población ante la crisis climática. Además, un 88 % de los encuestados cree que la inversión en adaptación a los efectos del cambio climático no solo es urgente, sino que permitirá evitar costos mayores en el futuro.
La encuesta, que contó con la participación de más de 24.000 personas en la UE, de las cuales 1.004 eran españolas, fue publicada justo cuando comenzaba la 29ª Cumbre del Clima, conocida como COP29, en Bakú, Azerbaiyán. Este estudio, realizado en agosto, se produce en un momento clave, ya que las recientes inundaciones causadas por una DANA en España trajeron consigo una tragedia que dejó más de 200 víctimas mortales. Este tipo de fenómenos meteorológicos extremos están cada vez más presentes, como muestra el impacto devastador del cambio climático.
La necesidad de adaptarse
El respaldo abrumador de los españoles a las políticas de adaptación no es sorprendente. La población está cada vez más consciente de que los efectos del cambio climático ya no son un futuro incierto, sino una realidad tangible. Las inundaciones recientes en diversas partes del país, entre ellas Valencia y otras provincias, fueron un recordatorio cruel de lo que está en juego. La presidenta del BEI, Nadia Calviño, destacó que la catástrofe demuestra la urgencia de invertir en resiliencia, adaptación y mitigación. “Es apremiante actuar ahora para reducir el impacto de fenómenos meteorológicos extremos en el futuro", subrayó Calviño.
Además, la encuesta revela que un 66 % de los españoles considera que la adaptación al cambio climático debe ser una de las principales prioridades en los próximos años, 16 puntos por encima del promedio europeo. Esta cifra refleja una comprensión creciente de que la transformación hacia un modelo más sostenible no solo es necesaria desde un punto de vista ambiental, sino también económico. La presidenta del BEI destacó que la transición ordenada hacia un modelo económico más verde es la opción más rentable a largo plazo, ya que cada euro invertido en prevención y resiliencia puede ahorrar entre cinco y siete euros en gastos derivados de la reparación de los daños.
El futuro de la crisis climática en España y Europa
El apoyo a las medidas para combatir el cambio climático en España también refleja una tendencia creciente en toda Europa. La UE ha intensificado sus esfuerzos para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y ha destinado fondos para fomentar la transición energética, la resiliencia de las infraestructuras y la protección de los ecosistemas. En España, diversas ciudades y comunidades autónomas están adoptando estrategias locales de adaptación, desde el aumento de la infraestructura verde hasta la promoción de energías renovables y la gestión sostenible del agua.
Sin embargo, el camino por recorrer sigue siendo largo. La COP29 en Bakú se presenta como una oportunidad clave para consolidar acuerdos globales que impulsen la lucha contra el cambio climático. La comunidad internacional necesita avanzar hacia soluciones más audaces y colectivas, mientras que los gobiernos, las empresas y la ciudadanía deben trabajar de la mano para asegurar un futuro más sostenible. Como señalan los expertos, el tiempo apremia y los esfuerzos deben multiplicarse para frenar las consecuencias más destructivas de la crisis climática.
En este contexto, el respaldo de los ciudadanos españoles hacia la adopción de medidas es un paso positivo, pero requiere de acción inmediata para hacer frente a los retos ambientales que ya afectan a todo el país y al mundo.
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