¿Sabes qué son los captchas y los problemas de accesibilidad que generan?

Los captchas son imágenes con letras y números distorsionados que hay que descifrar para completar muchos formularios virtuales. Éstos son cada vez más difíciles de interpretar, se aplican más variaciones, más distorsiones y se introduce más ruido para dificultar la resolución automática por parte de los ordenadores, pero a su vez también son más difíciles para las personas, más si cabe para las personas con discapacidad.

Problemas de accesibilidad de los captchas

Los captchas que normalmente se emplean presentan problemas de accesibilidad para algunos grupos de usuarios. En concreto, este sistema bloquea el acceso a muchos usuarios que padecen algún tipo de discapacidad. Por ejemplo, las personas con visión reducida, como pueden ser los daltónicos que tienen dificultades para distinguir algunas combinaciones de colores o las personas que usan magnificadores de pantalla para ampliar el tamaño de lo que se visualiza en una pantalla pueden tener graves problemas para distinguir el texto que se muestra en un captcha.

Por otro lado, es evidente que las personas ciegas que utilizan un lector de pantalla no pueden contestar los captchas basados en imágenes con texto en su interior, ya que estas imágenes no pueden incluir en el atributo "alt" de la etiqueta <img> el texto que aparece escrito en los captcha, ya que entonces un ordenador también lo podría leer y podría pasar la prueba.

Son uno de los principales problemas de accesibilidad de las páginas web

En definitiva, el proceso suele ser tan complicado que se puede llegar a sentir que más bien se está tratando de pasar un test psicológico o una prueba de admisión de una universidad que un simple acceso virtual.

Además, las personas con algún tipo de discapacidad cognitiva o intelectual como la dislexia, también pueden tener problemas a la hora de interpretar el texto que contiene un captcha.

Según apuntan los expertos, el problema de los captcha aparece como uno de los principales problemas de accesibilidad de las páginas web en la actualidad.

Cada vez es más difícil probar que eres humano

Para evitar los fraudes, pero sin pensar mucho en las personas, empresas e instituciones han dotado a estas pruebas de una mayor complejidad. Así apareció el 'reCaptcha', desarrollado por Google, y que mostraba en un principio palabras escaneadas de textos. Posteriormente, el gigante de Internet incorporó nuevos métodos, como algoritmos que distinguían el comportamiento del usuario en Internet para distinguir a los humanos de las máquinas.

No obstante, en esta permanente lucha entre hackers y prestadores de servicios en Internet los test siguen evolucionando y, en ocasiones, complicando, aunque la idea y el desafío de los operadores legales en Internet sigue siendo la de crear filtros seguros y a la vez, sencillos para todos los públicos.

En este sentido, ha llegado ahora el 'reCaptcha v3', igualmente impulsado por Google, que trata de evitar estas pruebas interactivas difíciles y opta, por ejemplo, por detectar los de los movimientos del ratón para diferencias a máquinas de personas.