Cárcel para el conductor de un autobús adaptado por el fallecimiento de una persona mayor

Casi 5 años más tarde, la Fiscalía finalmente ha emitido una sentencia de cárcel contra el conductor de un autobús adaptado, al considerarle el responsable del fallecimiento de una persona mayor con movilidad reducida que viajaba en dicho vehículo. Los hechos ocurridos en Guipuzkoa en marzo de 2018, señalan que la mala actuación del conductor a no colocar adecuadamente la silla de ruedas en los anclajes del autobús, fueron la principal causa de la desgracia.

El conductor de este autobús adaptado, llegó a un acuerdo con la Fiscalía después de asumir su culpa y se le ha condenado a un año de cárcel, además de una inhabilitación de tres años como conductor y a pagar una indemnización a la familia del fallecido que asciende a 231.472 euros. La víctima de 83 años, y con una importante discapacidad por movilidad, estaba siendo trasladada a Irún cuando ocurrió la desgracia.

Los sistemas de seguridad de un autobús adaptado

Un autobús adaptado, como su propio nombre indica, está pensado específicamente para trasladar a personas con diversidad funcional, y en la mayoría de los casos, especialmente preparada para el traslado de personas en silla de ruedas. Existe una normativa específica para este tipo de vehículos, así como un manual de uso de los anclajes con los que cuentan. Los conductores deben estar al corriente de esto y seguir el protocolo de seguridad adecuadamente.

Sin embargo, el conductor que se ocupaba de los traslados de los residentes de un centro de día de una residencia de Irún hasta sus respectivos domicilios, no fijó adecuadamente los anclajes del autobús adaptado a la silla de ruedas de la víctima, que debía quedar frenada y anclada. Por este motivo, la Fiscalía consideró que el conductor omitió “las reglas de cuidado más elementales y, prescindiendo de las reglas de fijación de las sillas de ruedas al vehículo”.

Al parecer, “uno de los sistemas de retención que anclaban las dos partes de la silla” de la persona mayor ahora fallecida, no estaba correctamente colocado. A este importante descuido, se le añadió un percance durante el trayecto en una de las vías que atravesaban en el trayecto diario. La vía en particular contaba “con un 11,82% de pendiente”, lo que provocó que la silla de ruedas de la víctima basculase y volcase hacia atrás, dentro del autobús adaptado.

Un accidente evitable

En el momento de la caída, el perjudicado se “golpeó la cabeza con la parte interior de las puertas traseras del vehículo”. El conductor del autobús frenó al momento de darse cuenta, recolocó la silla de ruedas y al afectado nuevamente y lo trasladó a su domicilio. Allí lo atendió una ambulancia, pero el anciano no pudo sobrevivir a las heridas.

La condena llega al entenderse que se trataba de un accidente evitable si el chofer hubiese seguido los protocolos de anclaje del autobús adaptado de forma correcta.