El Secretario General de las Naciones Unidas advierte sobre una cercana catástrofe climática

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26/03/2022 - 08:30
Un mundo destruido tras una catástrofe climática

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Frenar el calentamiento del planeta Tierra es, desde hace varios años, uno de los objetivos principales de nuestra sociedad. Si no conseguimos parar el aumento de las temperaturas, nos espera una catástrofe climática a la vuelta de la esquina. Así nos lo hace saber António Guterres, Secretario General de las Naciones Unidas.

En la actualidad, la sociedad ha tenido que hacer frente a la existencia de una pandemia. Por si esto fuera poco, el conflicto bélico que enfrenta a Rusia y Ucrania amenaza a todos los países del mundo, en especial al continente europeo. Todos estos problemas, sumados a la falta de voluntad de los políticos por frenar el cambio climático, hacen que una gran problemática haya ocupado un segundo plano.

Ante esta repentina situación, el Secretario General de las Naciones Unidas, António Guterres, ha decidido alertar a la población mundial de la catástrofe climática que nos espera si no se toman las medidas correctas en el plazo de tiempo adecuado.

Estas han sido sus declaraciones sobre una catástrofe climática

"Estamos caminando como sonámbulos hacia una catástrofe climática. Nuestro planeta ya se ha calentado 1'2º y vemos las consecuencias devastadores que esto supone en todas partes", alerta António Guterres.

El objetivo de las Naciones Unidas es que la temperatura del planeta Tierra a finales de siglo no haya aumentado más de 1'5º. Para conseguir alcanzar dicha meta, es necesario no crear una dependencia a largo plazo de los combustibles fósiles, la adicción a este tipo de combustibles conllevaría a una destrucción mutua.

"En lugar de pisar el freno en la descarbonización de la economía global, ahora es el momento de pisar el acelerador a fondo hacia un futuro de energías renovables", señala el Secretario General de las Naciones Unidas.

"Los países podrían verse tan consumidos por la insuficiencia inmediata del suministro de combustibles fósiles que pueden descuidar o dejar de lado las políticas para reducir el uso de ese tipo de energéticos”, explica.

El gran fracaso de la cumbre celebrada en Glasgow

A finales de 2021, tuvo lugar la más reciente Cumbre sobre Cambio Climático COP26, celebrada en Glasgow, Escocia. Sin embargo, dicha conferencia fue un gran fracaso ya que hubo múltiples temas de vital importancia que, o se trataron muy poco o ni siquiera fueron abordados.

“Mantener vivo el objetivo 1,5º requiere una reducción del 45 % de las emisiones globales para 2030 y la neutralidad del carbono para mediados de siglo. Ese problema no se resolvió en Glasgow. De hecho, está empeorando”, aseguraba António Guterres.

Las consecuencias podrían ser devastadoras

Durante el año 2020, 30 millones de personas se vieron obligadas a desplazarse de sus hogares debido a algún tipo de catástrofe climática. Se trata de una cantidad de personas tres veces mayor que la generada por la guerra o la violencia.

"Las emisiones de carbón se han elevado hasta niveles de récord. Las pequeñas naciones insulares, los países menos desarrollados y las personas pobres y vulnerables están a un choque climático del que podría ser su fin del mundo", puntualizaba el Secretario General.

António Guterres aseguró que, si seguimos con esta tendencia, podemos despedirnos del objetivo de los 1'5º y, con suerte, no superaremos los 2º. Eso sería una auténtica catástrofe climática.

¿Qué podemos hacer?

Para frenar el calentamiento global y evitar una catástrofe climática, António Guterres señaló que los países del G20 deben comenzar a tomar medidas, asumir responsabilidades y actuar de manera eficaz.

“Las economías desarrolladas y emergentes del G20 representan el 80 % de las emisiones globales. Un número creciente de economías desarrolladas del G20 han anunciado reducciones significativas de emisiones para 2030", citó.

Lógicamente, hay economías emergentes que asumen menos responsabilidades que otras, a pesar de tener bastante más culpa en este asunto. Algunos ejemplos serían las economías de Indonesia, China o India. Sin embargo, no se trata de echar las culpas, sino de remar todos juntos en busca del mismo objetivo.

No hay ganadores en un juego de culpas. No podemos señalarnos con el dedo mientras el planeta arde”, concluía el Secretario General.


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