Lectura fácil
La contaminación del aire es la principal causa medioambiental de muerte y el tráfico, la vivienda y el sector agropecuario resultan ser los principales contribuyentes a la mortalidad asociada a la polución atmosférica en las ciudades europeas.
Esa es la principal conclusión de un estudio liderado por el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal), centro impulsado por Fundación “la Caixa”, que ha calculado cuáles son las fuentes que más contribuyen a la mortalidad asociada a dos contaminantes del aire -partículas PM2,5 y dióxido de nitrógeno (NO2)- en 857 ciudades europeas.
Entre las ciudades estudiadas están Barcelona, Madrid, Málaga, Murcia, Palma, Santiago de Compostela, Sevilla, Valencia, Valladolid y Zaragoza.
La contaminación mata, hay que asumirlo pero solucionarlo
Los resultados de esta investigación, publicados este viernes en la revista ‘The Lancet Public Health’, muestran una gran variabilidad entre las diferentes ciudades estudiadas y sugieren que, dado que cada una tiene sus particularidades y sus propias fuentes de contaminación del aire, las estrategias para mejorar la calidad del aire deberían ser adaptadas a cada contexto local.
Si se agrupan los datos de las 857 ciudades, las cifras muestran que la fuente que más contribuye a la mortalidad asociada a partículas PM2,5 son las emisiones generadas por las viviendas, con una contribución media de un 22,7 % en todas las ciudades, por delante del sector agropecuario, la industria, el transporte, el sector energético, las fuentes naturales y el transporte marítimo.
“Si observamos el conjunto de NO2 y PM2,5, el tráfico sigue siendo el sector con un mayor peso tanto en la mala calidad del aire como en la mortalidad asociada a esta. No obstante, si atendemos exclusivamente a la mortalidad asociada a la contaminación de partículas PM2,5, observamos una aportación significativa por parte del sector residencial y del sector agrario”, observa Sasha Khomenko, investigadora de ISGlobal y primera autora del estudio.
Khomenko indica que “la mayor parte de las partículas generadas en el ámbito doméstico se deben fundamentalmente a la quema de biomasa y carbón para calefacción y, en menor medida, a sistemas basados en combustibles fósiles para generar calor y agua caliente y a las cocinas de gas”.
“Nos consta que el incremento en los precios de los combustibles fósiles y las políticas de mitigación del cambio climático han llevado a un aumento del uso de biocombustible. Sin embargo, el hecho de que se trate de productos de origen natural no significa que no sean nocivos para la salud”, añade.
Respecto a la agricultura, Khomenko recalca que “es sabido que la ganadería intensiva es una importante fuente de partículas que se generan sobre todo a partir del amoníaco presente en los purines de los animales y también a través del uso de determinados fertilizantes. Se trata de una fuente de contaminación que se dispersa desde su lugar de origen y se desplaza hacia las ciudades que se encuentran en la proximidad”, aclara.
Las partículas PM2,5 son la contaminación del aire con un mayor impacto negativo sobre la mortalidad en las ciudades europeas. El equipo científico recalca que se necesita más investigación para determinar cuáles de los componentes de esas partículas son más perjudiciales para la salud.
El NO2, un gas procedente de los procesos de combustión
En cuanto a la mortalidad por NO2, existe un contribuyente muy destacado que es el sector del transporte, con una contribución media entre todas las ciudades de un 48,5 %, por delante de la industria, el sector energético, las viviendas y el transporte marítimo.
El NO2 es un gas que se genera en los procesos de combustión, principalmente de los vehículos motorizados, pero también en instalaciones industriales o de generación de energía.
“Se precisan medidas más valientes para reducir drásticamente la contaminación y las muertes asociadas al tráfico, que sigue siendo la principal fuente de emisión. Y, al mismo tiempo, implementar políticas para mitigar las otras fuentes de emisión tanto de NO2 como de PM2,5, como, por ejemplo: regular las emisiones de las industrias y del transporte marítimo y limitar la quema de biomasa en el ámbito doméstico y las emisiones en el ámbito agroganadero”, sostiene Mark Nieuwenhuijsen, director de la Iniciativa de Planificación Urbana, Medio Ambiente y Salud de ISGlobal.
Añadir nuevo comentario