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Llevamos tiempo escuchando hablar de una inminente crisis que podría azotar al mundo en los próximos meses. La pandemia, la guerra de Ucrania o la crisis energética han sido algunos de los hechos que han propiciado el incremento del precio en bienes y productos. Lo vimos con la gasolina, lo notamos en la factura de la luz y ahora también llega a los supermercados.
Todo tiene relación entre sí. De hecho, la situación en los supermercados y las grandes superficies son consecuencia directa de otros problemas.
Cerveza, leche... la crisis amenaza con sembrar de 'productos fantasma' los lineales del supermercado
La cerveza, la leche y el agua fueron los productos con una tasa de disponibilidad más baja en los lineales de los supermercados a lo largo de 2022 con un 89 %, 89,1 % y 92,3 % respectivamente, según la Asociación de Fabricantes y Distribuidores (Aecoc).
Así se desprende de los datos del Barómetro OSA de Aecoc publicados por la asociación empresarial, que revelan que la tasa de disponibilidad de productos en los lineales se situó en el 95,1 %, seis décimas por debajo del registro de 2021 a pesar del impacto de situaciones como el paro del transporte o la crisis de suministro derivada del conflicto en Ucrania.
Por ello, Aecoc subrayó que las disrupciones en la cadena de suministro de 2022 “no afectaron significativamente al stock de los supermercados”.
Por productos, los yogures, la pastelería y la charcutería fueron los artículos de alimentación con mayor disponibilidad, con índices cercanos al 98 %.
Otro producto cuyo abastecimiento está amenazado es el del pollo
¿La razón? Nuevamente los elevados costes energéticos para mantener las naves.
Eloy Ureña, responsable del sector en la Coordinadora de Organizadores de Agricultores y Ganaderos (COAG) alerta de la grave situación que vive este sector. Los altos costes de luz no son compatibles con el negocio.
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