Las óperas revolucionarias de China fueron el principal entretenimiento durante décadas

EmailFacebookTwitterLinkedinPinterest
17/01/2025 - 15:30
China de años 60

Lectura fácil

La Revolución Comunista en China alcanzó su punto culminante en 1949, cuando las fuerzas lideradas por Mao Zedong, alineadas con el Partido Comunista de China, derrotaron a los nacionalistas del Kuomintang (KMT), el Partido Nacionalista Chino.

Este evento puso fin a una guerra civil que había durado más de veinte años. Ese mismo año, se proclamó la República Popular China, un sistema que permanece vigente hasta hoy.

La vida cotidiana y el poder de las artes en la China de la República

Para entender cómo era la vida cotidiana durante la República, se conservan diversos documentos y óperas que Nacho Ares, conductor del pódcast SER Historia, ha explorado junto a Juan Carlos Moreno-Arrones, Secretario de la Asociación Hispánica de China. Durante varias décadas, las óperas se convirtieron en prácticamente el único medio de entretenimiento disponible para los habitantes chinos, siendo además utilizadas como una herramienta para influir en el pensamiento del público.

Moreno-Arrones señala que, al llegar el Partido Comunista al poder en 1949, el país asiático acababa de superar lo que se conoce como el "siglo de la humillación". En ese contexto, se decidió que "las artes deben servir al pueblo". Como gran parte de la población seguía siendo analfabeta y no podía acceder a las ideas revolucionarias por otros medios, la ópera se convirtió en la herramienta ideal para transmitir mensajes de orgullo nacional y convencer a la gente de que la revolución había llegado para quedarse.

"Se crearon ocho obras impulsadas por la Revolución: siete teatrales y una musical. Durante décadas, estas fueron prácticamente las únicas representaciones en todo el territorio chino", explica el experto.

El impacto de las restricciones culturales

Esta restricción en el acceso al entretenimiento eliminó casi por completo la presencia de cultura extranjera a mediados del siglo XX. Desde el inicio del nuevo milenio, el país ha experimentado una etapa de mayor apertura en comparación con los estrictos años posteriores al triunfo de Mao Zedong, cuando las óperas revolucionarias, que exaltaban los valores del Partido Comunista, eran prácticamente la única forma de cultura disponible.

La situación era tal que Nacho Ares relató una anécdota sobre el músico francés Jean Michel Jarre, quien ofreció varios conciertos en China en 1981. Fue la primera ocasión en que se permitió a un artista extranjero realizar una serie de espectáculos en el país asiático. Sin embargo, las entradas se vendieron en cantidades mínimas, ya que el público chino desconocía a Jarre debido a la falta de consumo de música extranjera. Ante esto, el músico compró varias entradas él mismo y las regaló a las personas en la calle para que asistieran a sus conciertos.

Desconocimiento musical

Ares explicó que, en aquella época, la mayoría de los chinos apenas conocían grupos o artistas internacionales. Al preguntarles sobre música extranjera, algunos mencionaban a Los Beatles o a Mozart, pero casi nadie sabía quiénes eran Los Rolling Stones u otros grupos destacados de las décadas de los 70 y 80.

La sociedad china de ese entonces estaba inmersa en un sistema de entretenimiento enfocado en preservar el espíritu revolucionario que había sido clave para el triunfo del comunismo. Según reflexionó Moreno-Arrones, esta generación quedó profundamente marcada por las óperas revolucionarias. Aunque hoy en día muchos jóvenes apenas las conocen de oídas, no llegan a comprender completamente la influencia que ejercieron sobre toda una generación.

Añadir nuevo comentario