Mejores churrerías para tomar chocolate con churros en Madrid

¿Qué sería de un invierno sin el chocolate a la taza? No hay mejor forma de endulzar y calentar el cuerpo que con un buen chocolate con churros, ya sea en el desayuno o en la merienda.

Es difícil renunciar a este placer en cuanto llegan los días de frío. El chocolate con churros es un producto típico en toda España y en Madrid cobran especial relevancia por su tradición churrera centenaria. Los siguientes sitios son de los más ilustres.

San Ginés

No podía faltar. La churrería por excelencia abrió sus puertas en 1894. Las castizas mesas de mármol blanco combinan con los cientos de fotografías de personajes famosos que han pasado por sus puertas, por lo que casi podría decirse que es todo un museo. Sirven también chocolate con churros para llevar.

Fórmula Nietos

Situado en pleno barrio de Embajadores, la churrería Fórmula Nietos lleva embelesando a sus clientes desde 1975. Además de un chocolate increíblemente rico, la amabilidad de los camareros vale más que un diamante. También sirven raciones, aperitivos y menú del día.

Los Artesanos 1902

Artesanos 1902 es una de las churrerías más antiguas de Madrid. Su chocolate con churros es un clásico y la decoración del local también se inspira en los antiguos establecimientos. Ya van por la cuarta generación de churreros y ojalá sean muchos más. Encima de la barra hay una frase donde pone "Más que una empresa, una gran familia".

Churrería Siglo XIX

Con más de 40 años de experiencia, sus churros alargados y sus porras endulzan a los vecinos de Vallecas. También tienen un local en San Sebastián de los Reyes.

Churrería Santa Teresa

La churrería Santa Teresa abrió a principios del siglo XX y, según dicen, su chocolate está elaborado a partir de la receta más típica y tradicional, por lo que aquí sería fácil averiguar cómo sabía el chocolate con churros en sus orígenes. No nos olvidemos también de las porras, las cuales hay quien también las llaman 'calentitos', especialmente en Andalucía.

Chocolatería Valor

Esta empresa de origen alicantino fue fundada en 1881 en Villajoyosa (Alicante) por Valeriano López Lloret, al que conocían como Señor Valor. Se definen como "un punto de encuentro entre tradición y vanguardia". De hecho, sus churros difieren de la habitual forma de lazo para presentar un palo crujiente y sabroso. Su carta incluye decenas de opciones de repostería, para el que no le guste el chocolate con churros. También aseguran que emplean "los mejores cacaos del mundo".

Quien haya tenido un padre o abuelo en Madrid, podrá contarle que antes, igual que sucede con los cines, había muchas más churrerías, pues era un negocio muy típico de los barrios. Aparte de otros asuntos como falta de relevo generacional o incremento del alquiler de los locales, el principal problema de mantener un negocio especializado en churros es la cantidad de aceite que hay que usar para un producto que vale unos céntimos o pocos euros.

A mejor calidad del aceite, mejor churro saldrá, pero también será más caro producirlo. Lo mismo sucede con la masa. Es por esto por lo que un chocolate con churros de una barraca será probablemente más fuerte para la digestión que el de un negocio centenario donde la cantidad de gente que acuda compense la inversión en un aceite de calidad. No obstante, lo mejor es probarlos y juzgar por uno mismo.