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Antes de que el tifón Hagibis llegase a Japón, el cielo de Tokio se volvió de color morado brillante. Este fenómeno climático, que para muchos fue un presagio, tiene una explicación.
Es bastante común que esto se produzca justo antes de que lleguen los tifones o huracanes. De la misma forma que el cielo de Japón tuvo esta tonalidad, cuando Dorian iba a pasar por Bahamas los cielos se tiñeron así.
Este color del cielo tiene una explicación científica
Según los expertos, esto ocurre por la dispersión de la luz a través de las pequeñas partículas que son alteradas por la tormenta próxima.
Para entender mejor lo que sucede con este fenómeno, se puede comparar con el sonido, el cual se propaga en forma de ondas, pero necesita a un medio material como el agua o el aire para transmitirse.
Pero la luz es una onda electro-magnética que puede viajar en el vacío. Por ello, la luz solar se comprende de infinidad de ondas de diferentes longitudes.
Es decir, cuenta con diferentes distancias entre "dos crestas" sucesivas de una onda.
La dispersión de Rayleigh hace que veamos los cielos en color azul
Nuestra visión nos permite ver un cierto rango de esas longitudes de onda de la luz.
Esas longitudes corresponden con distintos colores, siendo el tono violeta la longitud más corta que podemos visualizar.
Conforme la luz del Sol va llegando a la Tierra, los colores son capaces de alcanzar la superficie sin interrupciones, pero las longitudes de onda más cortas, como la violeta o la azul, están dispersas en todas las direcciones por las moléculas gaseosas del aire.
La dispersión de Rayleigh es la causa de que veamos el cielo azul. El color violeta fue causado por esta dispersión y por la manera en la que el tifón propició las condiciones adecuadas (la humedad) para que ese color tan difícil de ver, apareciese en el cielo.
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