Los cines Yelmo prohíben la entrada de comida de fuera a sus salas

No es un asunto nuevo, pero vuelve de forma cíclica a la actualidad informativa por supuestos cambios legislativos, sentencias y formas de proceder que llaman la atención de los consumidores.

La medida de los cines ha levantado quejas en las redes sociales

La empresa Yelmo Cines ha prohibido la entrada de comida y bebida comprada fuera a sus salas. Los espectadores catalogan la medida llevada a cabo por la empresa como "injusta".

Yelmo Cines ha colocado un cartel en sus instalaciones en las que manifiesta que "en cumplimiento del Decreto 10/2003 del 28 de enero, al disponer de servicio de Bar en el establecimiento y estar dado de alta en el epígrafe 674.6 del Impuesto de Actividades Económicas, no está permitida la entrada de alimentos y bebidas no adquiridas en Yelmo".

FACUA ya había denunciado a la empresa de Yelmo Cines por no dejar entrar a clientes con comida del exterior

Desde la asociación Facua Consumidores en Acción consideran que se trata de una actuación abusiva porque la actividad principal es la proyección películas y no la hostelería.

"Se puede considerar abusivo prohibir el acceso al recinto con comida y bebida procedente del exterior, ya que se pueden adquirir alimentos en su interior".

Multan a un cine por no dejar entrar comida y bebida del exterior

El pasado mes de junio, el Instituto de Consumo de Extremadura impuso a un cine una sanción de 3.005 euros por infracción grave de la normativa de defensa del consumidor al no permitir la entrada con comida y bebida adquirida fuera.

Tras ser informado por un usuario, FACUA denunció en mayo de 2018 a la propietaria de los cines por prohibir la entrada con alimentos y bebidas del exterior de forma expresa a través de cartelería.

Así, FACUA ha advertido que impedir que un usuario entre con su propia comida o bebida a un restaurante es una limitación del derecho de admisión razonable. Sin embargo, hacerlo en un cine tiene "tan poca base legal como no permitirle acceder con un abrigo".

"Si la empresa propietaria del cine decidiese vender ropa dentro del establecimiento, resultaría absurdo que obligase a los usuarios a quitarse la suya para poder entrar", señala la asociación.