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Cuando usamos un colchón durante mucho tiempo, sin importar lo cómodo que sea, eventualmente llegará el momento en que debemos reemplazarlo. Los colchones viejos pueden volverse incómodos, perder firmeza o deteriorarse. Deshacernos de ellos no es tan fácil como tirar la basura común; dejarlos abandonados en cualquier lugar podría acarrear multas. Entonces, ¿cómo podemos reciclarlos adecuadamente y qué debemos hacer con ellos una vez que los jubilemos?
¿Sabías que nuestro colchón puede reciclarse?
Cuando llega el momento de reemplazar un colchón, aunque haya sido cómodo y duradero, eventualmente se desgastará y perderá su firmeza. En ese punto, necesitaremos buscar uno nuevo y jubilar el antiguo. Sin embargo, deshacerse de uno viejo no es tan sencillo como desechar la basura comúnmente, ya que abandonarlo puede llevar a multas.
Una opción responsable es donarlo a organizaciones que puedan aprovecharlo, como Solidança, Proyecto Lázaro, Riquirraque, Cáritas, entre otras. Es importante investigar si alguna de estas entidades recoge colchones a domicilio en nuestra área.
Otra posibilidad es ofrecerlo a amigos o familiares que puedan necesitarlo y estén dispuestos a darle un nuevo uso. Incluso si aún tiene vida útil restante, pero decidimos cambiarlo por otro motivo como el tamaño, podría ser útil para alguien más.
Además, se puede poner en venta en plataformas de segunda mano como Wallapop o Milanuncios, donde podría encontrar compradores interesados. De esta manera, contribuimos a la economía circular al extender la vida útil del colchón y evitar su disposición inapropiada.
¿Cómo podemos hacerlo?
Una forma conveniente de deshacerse de un viejo colchón es revisar el calendario de recogida de enseres de tu ayuntamiento. En ciudades como Madrid, este calendario organiza la recolección por distritos y franjas horarias específicas.
Una vez al mes, generalmente durante la noche, el ayuntamiento envía camiones especiales para recoger enseres voluminosos, muebles y pequeños electrodomésticos de los contenedores y puntos limpios.
Según la OCU, con la nueva Ley de Residuos de abril de 2022, los fabricantes deben gestionar los residuos que generan y asegurar su recogida separada para 2025. Esto significa que los municipios deben adaptarse para la gestión adecuada de estos residuos.
Otra opción es contactar con el servicio correspondiente del ayuntamiento para programar la recogida en un día y hora específicos. Algunos ayuntamientos ofrecen un sistema de solicitud donde puedes llamar y solicitar la retirada de enseres voluminosos como colchones.
Los puntos limpios son otra opción válida
Si tienes la posibilidad de transportar el colchón por tu cuenta, una opción responsable para deshacerte de él es llevarlo a un punto limpio. En estos lugares, los servicios de limpieza se encargan de recogerlo y procesarlo de manera adecuada.
Es aconsejable desmontarlo antes de llevarlo: quitar la tela, retirar los muelles y separar los componentes. Una vez desarmado, puedes llevar cada parte al punto limpio más cercano, donde se encargarán de su disposición final.
Otra alternativa es dejar que la empresa que te vendió el nuevo colchón se haga cargo del viejo. Algunas empresas están dispuestas a recogerlo y gestionarlo adecuadamente. Si aún puede ser utilizado, es probable que lo desinfecten y lo pongan a la venta en un outlet. En caso de estar muy deteriorado, se encargarán de destruirlo siguiendo los protocolos de reciclaje establecidos.
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