Lectura fácil
Hay personas que leen mucho a diario, ya sea por trabajo o por el mero placer de disfrutar de un libro, así como para informarse. Sin embargo, poseer una comprensión lectora estupenda no es del todo fácil y puede llevar su tiempo. De hecho, a quienes lo intentan pero encuentran dificultades a la hora de enfrentarse a determinados textos o terminan abandonando la lectura de un libro por aburrimiento.
Por otro parte, algunos lectores habituales han desarrollado la capacidad de leer muy rápido. Y es que hay diferentes métodos que pasan por detectar los puntos clave, así como trucos para aprender a leer entre líneas al mismo tiempo. No obstante, esto no significa tener una mayor comprensión tras leer el texto
El estudio de los movimientos oculares
En este sentido, existe un estudio pionero en la investigación de la velocidad de la lectura mediante los movimientos oculares. El psicólogo fallecido Keith Rayner, de la Universidad de California en San Diego, pasó muchos años evaluando los mecanismos detrás de algunos de estos métodos.
De acuerdo con esto, la mayor parte de la detección de palabras tiene lugar en la parte central de la retina llamada fóvea. En esta parte del ojo hay una alta concentración de células, que a su vez se denominan conos. Dichas células detectan el patrón de áreas claras y oscuras en la página y transmiten esa información al cerebro, que las asocia como palabras.
Por esto mismo, distintos métodos de lectura rápida tienen como objetivo enseñar a las personas a usar la visión periférica para leer. Así se puede asimilar más de una palabra a la vez.
La velocidad de la lectura, ¿de qué depende?
En el citado estudio, Rayner descubrió que presentar palabras únicas a los ojos a toda velocidad podía funcionar aunque tenía limitaciones. Y es que no solo los ojos determinan la velocidad de la lectura, también afectan otros factores cognitivos.
Así, llegó a la conclusión de que existe el riesgo de que, una vez que este método se usase para cubrir páginas de texto entero, las palabras se presentarían tan rápidamente que el cerebro no tendría tiempo para procesarlas y nuestros ojos pasarían por alto aquellas que no entendiésemos bien.
Un lugar tranquilo y con buena comunicación facilita la comprensión lectora
Si hablamos de cuáles son los trucos para leer rápido con una buena comprensión lectora, los expertos tampoco logran ponerse de acuerdo. Coinciden en que primero debes saber que el entorno importa, así que debes elegir un lugar tranquilo y con buena iluminación.
Además, aconsejan no releer, esto es volver a leer lo mismo de nuevo. Eso es algo que hacemos porque no hemos prestado suficiente atención mientras la lectura. Por eso mismo, lo que hay que hacer es empezar por mejorar la concentración, ya que de lo contrario no es eficiente.
Algunos expertos aseguran que utilizar el dedo o un bolígrafo para subrayar puede ayudar, así como saltar entre palabras. No leas las frases palabra por palabra, sino agrupadas mentalmente en pequeños grupos.
Como decíamos antes, puedes probar a eliminar la vocalización mental de las palabras y es probable que también te aceleres. No obstante, es un proceso complejo y quizá deberías estudiar si realmente te enteras de lo que lees sin ella.
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