Las ciudades inteligentes son el camino a seguir para construir un desarrollo urbano sostenible. El principal objetivo de estas ciudades no es otro que el de maximizar la eficiencia de los recursos disponibles y generar, tanto un consumo como un producción, sostenibles con el medio ambiente y el entorno. En ellas se pretende asentar las bases de las ciudades y comunidades sostenibles, planteadas por la Agenda 2030 de las Naciones Unidas.
Recientemente, la Red Española de Ciudades Inteligentes (RECI), una de las principales organizaciones a través de la que se gestiona gran parte de los proyectos para implementar los valores y las transformaciones necesarias de las 'smart cities', celebró su segundo Congreso internacional, aprovechando la celebración de su décimo aniversario. Bajo el lema 'Inteligencia para ciudades sostenibles', este congreso se pensó como un punto de encuentro para profesionales y entidades que forman el sector de desarrollo urbano.
La apuesta por las ciudades inteligentes del futuro
Desde que España aceptó los retos lanzados por la Agenda 2030 de las Naciones Unidas, la voluntad, tanto desde las instituciones públicas como del sector privado, ha estado dirigido en promover y acoger este tipo de espacios en los que generar un intercambio de conocimientos y nuevas tecnologías. Esta segunda edición celebrada en el Palau de Congressos de Palma de Mallorca, reunió a más de 300 asistentes, 100 profesionales del Gobierno central y de la Comisión Europea, así como 90 técnicos de ciudades inteligentes.
Un nutrido conjunto de los representantes más relevantes de este sector que empieza a estar en alza. Entre las principales temáticas para abordar la construcción de ciudades inteligentes, podemos señalar la necesidad de digitalizar las infraestructuras, así como la mejora de la eficiencia energética, generar una mejor gestión de los espacios de datos, las tecnologías disruptivas o el turismo actual. Por supuesto no pudo falta el tema de la movilidad urbana.
La implementación de la tecnología
Las ciudades inteligentes no se entienden si no hay una digitalización potente de los entornos urbanos, lo que implica en gran medida acabar con la brecha digital. En este sentido, Carlos Daniel Casares, director general de la Federación Española de Municipios y Provincias, quiso remarcar la necesidad de que las administraciones públicas locales, sean capaces "de dar un buen aprovechamiento de las herramientas que pueden proporcionar un desarrollo tecnológico para que pueda existir más calidad de vida, para que los servicios que se presten tengan más calidad".
Este desarrollo tecnológico, según el punto de vista de Casares, debía centrarse en elementos clave para las ciudades inteligentes como es la movilidad sostenible, el ámbito de la seguridad, la atención social y también la administración electrónica para hacer frente precisamente a esa brecha digital. Para él además, era necesario dar un paso más y salir de las ciudades, pasando a términos como 'territorios inteligentes', y que estos serían "una buena manera de dinamizar las zonas rurales y afrontar retos existentes como la despoblación o el envejecimiento".
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