Lectura fácil
La imagen personal es mucho más que nuestra apariencia externa. No es sólo una cuestión de belleza o de forma de vestir.
Es mucho más que interesarse por la ropa y por la moda.
La imagen personal se compone de un exterior que se ve y un interior que transmitimos a través de ella.
Por eso el atractivo de una persona se consigue trabajando tanto el fondo como la forma exterior.
Un elemento fundamental de nuestra imagen es la actitud
La actitud es la forma de actuar de las personas.
Está en relación con la postura del cuerpo (forma de hablar, de caminar, de expresarse) y también con el estado de ánimo.
La actitud y el comportamiento influyen en la forma en que nos perciben los demás.
Por ejemplo, una persona que camina con energía y determinación, con la espalda recta y la cabeza alta, está transmitiendo una imagen de éxito.
Cuidar de nuestra actitud es muy importante para presentar una buena imagen
En las primeras impresiones influyen tanto la apariencia personal como el comportamiento.
Para tener una actitud positiva hacia los demás primero tenemos que tenerla para con nosotros mismos.
El primer paso es aprender a conocernos y aceptarnos.
En una sociedad como la nuestra que persigue y admira la belleza física y que impone unos patrones estéticos inalcanzables, esto es todo un reto.
Para aprender a conocernos y aceptarnos es importante recordar que:
- Los ideales de belleza han ido cambiando a lo largo de la Historia, y que seguirán haciéndolo.
- Que por definición las personas no somos perfectas y que esto es lo que nos hace únicos y originales,
- Que incluso los mayores ídolos mediáticos tienen aspectos de su cuerpo que no pueden cambiar.
Para desarrollar una buena actitud hacia nosotros mismos por una parte tenemos que dejar de:
- Compararnos con los demás.
- Escuchar los comentarios negativos que provienen de nuestro interior.
Y por otra parte, enfocarnos en lo que nos gusta de nosotros mismos, detectando y desarrollando todas nuestras cualidades.
Una actitud positiva hacia los demás está basada en el respeto
Esto incluye las “normas de etiqueta” o “buenos modales”.
Para que podamos actuar con naturalidad y encontrarnos cómodos en cualquier situación tenemos que conocer las reglas.
Los buenos modales son detalles de cortesía que facilitan la convivencia y hacen más agradable el trato con quienes nos rodean.
Aunque para algunos puedan resultar costumbres anticuadas, muchas de estás reglas influyen en el éxito social.
¡RECUERDA!
- Sonríe a tu interlocutor.
- Sé puntual.
- No interrumpas: deja hablar y escucha con atención.
- Saluda y despídete.
- Dí gracias y por favor.
Tenemos que tener en cuenta que la imagen habla de nosotros y que en ella influye mucho más de lo que creemos nuestra actitud.
[Puedes leer más artículos de Paola aquí]
Paola Torres Muinelo (VíaPaolablog)
Equipo Escuela de Imagen y Moda Fácil
www.tomu.es
Añadir nuevo comentario