¿Cómo reducir cicatrices? 5 consejos útiles

Prácticamente, todos nosotros hemos tenido que lidiar con alguna herida. Desde una pequeña cuando nos caíamos en el parque jugando hasta otras más complejas relacionadas con operaciones o situaciones similares. El inconveniente de las heridas es que pueden llegar a dejar marcas muy visibles en nuestra piel: las cicatrices. Disimularlas o hacer que se noten lo menos posible es algo que nos importa, por eso hoy te contamos cómo reducir cicatrices de forma sencilla. 

Cómo reducir nuestras cicatrices 

Cuidar de nuestra piel es importante, y no solo por el aspecto exterior, también por las posibles enfermedades que podemos llegar a desarrollar si no la cuidamos bien. Atender a nuestras cicatrices es una parte fundamental de cuidar nuestra salud cutánea, por eso te compartimos cinco consejos sencillos para que cuides de la herida y facilites su cicatrización; así tendrá el menor impacto posible en tu piel.

El cuidado empieza desde la herida 

Antes de la cicatriz siempre estuvo la herida, por eso es importante cuidar de ella desde que tiene lugar: así, la cicatrización pasará por todas las fases de manera adecuada y evitaremos que nuestra piel sufra las consecuencias. Por ello, lo mejor es no olvidar la higiene de la herida con agua tibia y jabones neutros. También, por supuesto, es importante tener paciencia y seguir las recomendaciones médicas. 

Seguir consejos básicos según el tipo de herida

Si queremos evitar una cicatriz muy vistosa, lo primero que debemos hacer es proteger nuestra herida del sol. Y, además, evitar rascarla, rozarla con fuerza o eliminar la costra, en caso de que nos salga alguna. Nuestra piel se encuentra en un momento vulnerable, por lo que someterla a esto puede empeorar la cicatrización o incluso reabrir la herida. Por eso, una buena opción es protegerla con apósitos. 

La alimentación es más importante de lo que se cree 

Somos lo que comemos, y nuestras cicatrices también lo reflejan. La alimentación sirve principalmente para alimentar a nuestras células, las mismas que se encargan (entre otras muchas cosas) de producir piel nueva. Hay que alimentarlas con nutrientes que estimulen la creación de una piel sana que cubra nuestra herida. Para ello, será bueno incluir alimentos ricos en vitaminas C y D, así como minerales como el zinc e, incluso, alimentos ricos en colágeno. 

Utilizar productos adecuados 

Al igual que cuidar de la herida o alimentarnos bien, si queremos que nuestras cicatrices se noten lo menos posible, es importante darnos un apoyo con cremas hidratantes y especializadas en la cicatrización. En este sentido, aplicar productos tópicos de aplicación directa puede ser una gran ayuda. 

Un apoyo para el después 

Una vez que nuestra herida empiece a cerrarse, también es conveniente utilizar reductores de cicatrices para que tengan el menor impacto posible en nuestra piel, como los que comercializa Hansaplast, expertos en el cuidado cutáneo y de las heridas.