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El consumo energético en la UE, concretamente de energía primaria, alcanzó los 1.309 millones de toneladas equivalentes de petróleo (Mtoe) y el consumo de energía final, por su parte, alcanzó los 968 Mtoe en 2021. El consumo de energía primaria mide la demanda total de energía doméstica, mientras que el consumo de energía final se refiere a lo que los usuarios realmente consumen al final.
La forma de medir el consumo energético en la UE es Mtoe, o lo que es lo mismo, ‘millones de toneladas equivalentes de petróleo’.
El impacto de la pandemia durante el año 2020 supuso una caída en el el consumo energético en la UE. Por eso, los datos en 2021 muestran de nuevo un aumento. Sin embargo, en 2022 lo que se espera que ocurra es una importante disminución del consumo, que se producirá de forma natural por el incremento del precio de la energía y las medidas regulatorias.
El pico histórico de mayor consumo energético en la UE
En cuanto a la energía final, el máximo pico de el consumo energético en la UE se dio en 2006. Fue un 9,1 % superior al objetivo de 2020 (960 Mtoe) y un 23,6 % superior al de 2030 (846 Mtoe).
En 2021 ha alcanzado la cifra de los 968 Mtoe, que es un 0,9 % superior al objetivo de eficiencia para 2020 y un 14,4 % sobre el objetivo de 2030.
Aunque el consumo energético en la UE, concretamente de energía primaria, ha aumentado en 2021, los 1.309 Mtoe registrados durante ese año son, de hecho, el segundo nivel más bajo desde 1990, justo después del mínimo histórico observado en 2020 (1.236 Mtoe) que se explica por la pandemia.
Los países que más (y menos) energía consumen
En comparación con el periodo de 2017-2019, la mayoría de los estados miembro de la UE registraron una disminución tanto en la energía primaria como en la final, en 2021. Mantuvieron así la tendencia de 2020, cuando todos los Estados miembros de la UE registraron caídas en el consumo de energía primaria y final.
Más concretamente, la energía primaria disminuyó más en Estonia (-16,8 %), Portugal (-13,3 %) y Grecia (-10,5 %).
Por otro lado, los aumentos más altos se dieron en Lituania (+,7 %), Polonia (+2,8 %) y Rumanía (+2,2 %).
En el caso concreto de España, registró también caídas en ambos tipos de consumo de energía (-8 % en la energía primaria y -6 % en la final), según los datos de Eurostat.
En cuanto al clima y la energía, la UE se ha fijado tres objetivos para 2030:
- Una reducción de, al menos, un 55 % de las emisiones de gases de efecto invernadero con respecto a los niveles de 1990;
- Un incremento hasta el 32 % de la cuota de las energías renovables en el consumo de energía;
- Una mejora de la eficiencia energética de un 32,5 %;
- La interconexión de al menos el 15 % de los sistemas eléctricos de la Unión.
Los Estados miembros están obligados a presentar periódicamente planes nacionales integrados de energía y clima, en los que deben describir sus contribuciones a la consecución de los objetivos energéticos y climáticos definidos a nivel de la UE. Estos objetivos incluyen: reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, energías renovables, eficiencia energética e interconexión eléctrica.
Actualmente, la UE está revisando los objetivos energéticos y climáticos para 2030 a través del paquete “Objetivo 55” o “Fit for 55” en inglés.
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