La contaminación plástica necesita de la educación ambiental

La contaminación plástica es un problema que no para de extenderse por el mundo. Cierto es que son muchas las empresas y personas que se encargan de erradicarla, pero si no remamos en una misma dirección, las soluciones se quedan en la nada.

El plástico ahoga nuestros mares, contamina el aire y mata a las especies del planeta y la situación ya es bastante crítica como para hacer caso omiso.

Es por ello que los expertos ven en la educación ambiental un buen motor de arranque para poder evitar la problemática de la contaminación plástica y otros tipos de contaminación.

Si aprendemos desde pequeños, primero en nuestra casa, y después en los diferentes niveles educativos, respecto al cuidado del planeta, será mucho más fácil comprender de adultos la importancia de llevar a cabo acciones sostenibles.

Contaminación plástica, un problema que se podría evitar a manos de la educación

La educación ambiental es “clave” para paliar la contaminación plástica, según indica un estudio europeo que contó con la participación de la investigadora del Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN-CSIC), Anna Maria Addamo.

El trabajo se publicó en la revista ‘Marine Pollution Bulletin’ y fue financiado por OceanCare dentro de la campaña ‘#zeroplastic’ de la ONG iSea.

Dicho estudio, analiza la percepción y la actitud de la población griega ante la contaminación plástica que afecta a los océanos y mares.

La contaminación plástica marina es un problema “cada vez más extendido a nivel mundial” que afecta a Grecia, en especial, debido a las enormes cantidades de este material que se desecha y a la persistencia del mismo.

Los resultados muestran que existe una falta de información en la población, pero también una “buena disposición” a pagar tasas establecidas y a seguir políticas como la Directiva europea de plásticos de un solo uso.

Esta política fue aprobada en 2019 por los Estados Miembros, con el objetivo de reducir la contaminación plástica en las playas y los mares europeos.

Para obtener las conclusiones a las que han llegado en el estudio, los investigadores procedieron a diseñar un cuestionario con preguntas sobre el conocimiento de la población y su disposición a pagar las tasas de la Directiva y a cambiar sus hábitos de consumo.

El cambio a los hábitos sostenibles es bien recibido

El cuestionario se distribuyó por redes sociales entre febrero de 2019 y enero de 2020. Contestaron la encuesta un total de 374 personas procedentes de 53 ciudades griegas, la mayoría mujeres de entre 19 y 30 años, destacó el grupo de investigación.

Addamo concluyó que “este estudio pone de manifiesto que, además de proporcionar alternativas a los plásticos de un solo uso para acabar con la contaminación plástica, es necesario hacer más campañas de divulgación y educación científica para reforzar el cambio en el modelo de consumo y para que los ciudadanos puedan participar en procesos de gobernanza, siendo aplicable a distintos países y problemáticas”.