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El consumidor post-covid tendrá una mayor concienciación sobre su propio bienestar y el cuidado de su entorno. La profesora de Psicología del Consumidor de la Universidad Abat Oliba CEU, Concepción del Pozo, aseguró que la pandemia de Covid-19 ha dado lugar a un modelo de consumo más austero, racional y comprometido con el entorno, lo que explicaría la creciente presencia de productos veganos en los supermercados.
Los consumidores son ahora agentes del cambio y son quienes demandan a las compañías y gobiernos un mayor compromiso social y medioambiental
Y es que la crisis sanitaria ha dejado huella en el comportamiento del consumidor. Ha crecido el interés por las marcas socialmente responsables, aquellas en las que los consumidores se sienten reflejados e incluso orgullosos. De ahí que los productos ecológicos, éticos, de origen social o saludables se incrementen.
Nos encontramos ante un consumidor hiperconectado, capaz de informarse en tiempo casi real sobre lo que compra o consume y que está dispuesto a cambiar sus preferencias en base a sus nuevas prioridades más responsables. Un comprador mucho más exigente que obliga a las compañías a tener un propósito auténtico, a asegurarse que conocen no solo los gustos de sus clientes, sino también sus preocupaciones, aspiraciones y anhelos, a humanizar sus relaciones y a acercarse a los mismos a través de todos los canales, en especial, el online.
Sostenibilidad y rentabilidad están estrechamente vinculadas
Así, la sostenibilidad debe dejar de verse como un mero coste y pasar a ser entendida como una oportunidad para todos.
“El consumidor que sale de la pandemia es más ahorrador y racional, ha aprendido que se puede vivir con menos y que no se necesita tanto”.
Sin embargo, no se puede hablar de un ‘anticonsumismo’ nacido de la pandemia, pero sí de “un consumo mucho más consciente y racional, en la mayoría de productos, y más ecológico y medioambiental”.
Mientras que la racionalidad se expresa en que “la gente gasta en aquello que desea mucho o en lo que considera de calidad”, la mayor sensibilización con el entorno se manifiesta en sectores como la alimentación. “Se hace una compra más sana, saludable y planificada porque la salud se ha convertido en un valor muy relevante”, puntualizó la experta en Psicología del Consumidor.
Se avecina un repunte cauto del consumo
La especialista del CEU también aseguró que la extensión de las vacunas frente a la Covid-19 también provocó un repunte del consumo, pero no en tanta medida como para corregir ciertas tendencias surgidas a raíz de la crisis sanitaria. Es cierto que “la necesidad de salir y movernos” ha dado lugar a una recuperación del gasto en ocio, hostelería y viajes, pero “tardaremos en ver la alegría que había antes de la crisis sanitaria”.
En el ámbito del consumo alimentario, esta especialista detectó que la proximidad o la huella ecológica del producto son factores que han ganado peso en las decisiones de compra. “Hay mucha más gente que prefiere comprar producto local porque, si lo traen de otros países, generan muchas emisiones”, así como también se decantan por “cosmética no testada en animales”.
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