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La OCDE expone en un informe reciente que la producción de plástico se disparó entre los años 2000 y 2019, y ni con la llegada de la pandemia se pudo reducir.
Además el reciclaje de estos materiales de un solo uso rara vez supera el 14 %, y a nivel global se sitúa en un 9 %, cosa que refleja una situación bastante crítica.
Cabe destacar que la llegada de la pandemia hizo que se utilizasen de forma masiva los de un solo uso, debido a necesidades sanitarias, guantes, mascarillas y envoltorios, que además quedaban tirados por el suelo.
Desde la OCDE lamentan que el consumo del plástico también haya crecido por el covid-19
Asimismo, la basura mal gestionada hace que la contaminación por los microplásticos suponga el 88 % del total, según expone la OCDE.
Desde Ecologistas en Acción, su responsable, Carlos Arribas se lamenta, y en su opinión "hay que acotar el tema del plástico de un solo uso. Ya se están tomando medidas, como el impuesto a este producto y la modificación del Real Decreto de envases, pero al mismo tiempo, hay que aumentar el uso del material reciclado".
Arribas ve en los impuestos ambientales una gran solución contra el plástico, pues de esta forma las empresas o particulares comienzan a cambiar las conductas.
Por su parte la OCDE no está tan segura de la efectividad de esas medidas, pues las legislaciones actuales solo actúan contra objetos concretos, como las bolsas, lo que constituye "una parte diminuta de los residuos de este material".
El plástico sigue causando estragos, y acaban dañando con mucha brutalidad los entornos acuáticos, donde ya se suman más de 139 millones de toneladas.
El 15 % de los residuos de este material solo pasa a ser reciclado, y el 40 % se desecha como residuo
Arribas coincide en este pesimismo. "Los datos de la patronal del plástico en España establecen que, como máximo, se está reciclando alrededor de un 33 %. Sin embargo, en ese porcentaje también se considera reciclado lo que se exporta a terceros países, cuando de ninguna manera se justifica que estos efectivamente lo reciclen y tengan las infraestructuras suficientes como para gestionar y tratar ese residuo en las mismas condiciones que se hace en España".
Asimismo, desde Arribas pone el ojo en el material de mala calidad, que como no tiene salida en el mercado pues acaba acumulado en vertederos o plantas de reciclaje, o directamente al aire libre.
Pero hay una parte que forma del 9 % del plástico reciclado a nivel global que no termina en el agua, y se trata del que sale de plantas de clasificación de envases, los cuales llegan desde los contenedores amarillos, como su costo ronda entre 100 y 200 euros, acaba teniendo salida comercial, acción que deja un hilo de esperanza para el planeta.
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