España se estanca en la lucha contra la corrupción

El Índice de Percepción de la Corrupción del 2023 revela un estancamiento en los esfuerzos anticorrupción en España, manteniéndose en 60 puntos, la misma puntuación que en el año anterior.

Aunque no es una calificación baja, el país baja un punto en el ranking mundial, ubicándose en el puesto 36 de 180 países.

A pesar de los esfuerzos, España no ha logrado recuperar la puntuación alcanzada hace ocho años, cuando registró su mejor resultado con 65 puntos en 2012.

España se mantiene igual que el año anterior

Un resultado que “no es motivo de satisfacción ni tranquilidad” para la organización Transparencia Internacional ya que la tendencia a la baja en los dos años anteriores “evidencia un estancamiento” para avanzar en la prevención y lucha contra esta lacra.

Como destaca Silvina Bacigalupo, presidenta de Transparencia Internacional España, en conversación con Newtral.es, el dato más significativo es que aunque 60 no es una calificación baja, España empeora un punto en el ranking mundial de la lucha contra la corrupción y pasa a ocupar el puesto 36 de los 180 países analizados, junto a Letonia y San Vicente y las Granadinas.

Se sitúa un puesto por encima de Botsuana (39/180), dos por encima de Catar (40/180), y dos puestos por debajo de Lituania y Portugal (puesto 34/80 y puntuación 61/180). “Se puede afirmar que la corrupción continúa siendo un problema grave que debe poner en alerta a la ciudadanía y a los poderes públicos”, indican desde Transparencia Internacional. 

Desafíos persistentes en la lucha contra la corrupción

A nivel global, el informe destaca un debilitamiento del sistema judicial en varias naciones, con España siendo afectada por la interferencia política en la justicia.

El estancamiento en la lucha contra la corrupción se atribuye a diversos factores, como la renovación del Consejo General del Poder Judicial, la reforma de la Ley de Transparencia, la supresión del programa de visados dorados, la creación de la autoridad independiente de protección del informante, y la regulación del registro de grupos de interés.

Este escenario podría tener consecuencias significativas, debilitando las instituciones democráticas, aumentando la desigualdad y generando desconfianza ciudadana.

Este deterioro en la lucha contra la corrupción en España viene de lejos

El país descendió en 2022 un puesto respecto a 2021, tres en relación a al 2020 y cinco frente a 2019. Así, se aleja de los top tres países que encabezan la lista por ser los menos corruptos: Dinamarca, Finlandia y Nueva Zelanda. Un grupo al que también pertenecen las grandes potencias de la Unión Europea como Alemania (ocupa el puesto nueve con 78 puntos) o Francia (en el puesto 21 con 71 puntos).

Según destaca la presidenta de Transparentia, las consecuencias inmediatas son fundamentalmente el debilitamiento de las instituciones democráticas, el crecimiento de la desigualdad y la desafección ciudadana.

Posicionamiento en el contexto internacional

España se encuentra en el puesto 14 de los 27 Estados miembros de la UE, pero su puntuación no es suficiente para considerarla una "democracia plena".

A nivel mundial, ha descendido en el ranking, ubicándose junto a Letonia y San Vicente y las Granadinas en el puesto 36. Aunque se mantenga en la región de Europa Occidental y la Unión Europea, la disminución en la puntuación promedio de la región a 65 puntos sugiere que los esfuerzos anticorrupción han experimentado un estancamiento o incluso una disminución en varios países.