La Covid-19 ha acentuado la vulnerabilidad de las personas con discapacidad intelectual y sus familias

Plena Inclusión España ha presentado un estudio dirigido por el Instituto de Integración en la Comunidad (Inico) de la Universidad de Salamanca, durante la etapa más dura de la crisis social y sanitaria generada por la Covid-19.

El informe revela que las personas con discapacidad intelectual o del desarrollo y sus familias han experimentado un empeoramiento de su situación, con el consiguiente aumento de su vulnerabilidad durante la pandemia.

Informe de Plena Inclusión sobre el impacto de la Covid-19

El estudio de Plena Inclusión se ha centrado en encuestas online realizadas a cerca de 1.500 personas, de las cuales: 582 presentan discapacidad intelectual y del desarrollo, 323 son familiares y/o tutores legales, 495 son profesionales y 75 son responsables o gerentes de centros y servicios. El análisis se ha realizado en toda España durante el periodo del confinamiento. De este modo se recogen opiniones y se explora el impacto del confinamiento en el contexto familiar, las condiciones de trabajo de los profesionales de atención directa y la gestión realizada por las entidades del tercer sector.

Además, el presente informe valora los esfuerzos llevados a cabo desde el Tercer Sector para contener la pandemia desde los centros y servicios dirigidos a personas con discapacidad intelectual.

El estudio, que ha sido dirigido por Miguel Ángel Verdugo, recoge varias reflexiones. Una de ellas, pone el foco en la situación de esta segunda ola de coronavirus y reflexiona sobre “la necesidad de no priorizar exclusivamente la salud frente a la globalidad del individuo”.

Y es que las personas con discapacidad intelectual que residen en centros, “han echado de menos, en mayor medida que sus iguales residiendo en el hogar familiar, el contacto con familiares y amigos, así como actividades recreativas que les permitieran alejarse de la situación de alarma sanitaria”.

La comunicación entre las familias y las personas con discapacidad intelectual que ha residido en un centro específico durante el confinamiento, parece haberse dado de manera generalizada. Nueve de cada diez familias así lo han señalado.

Retroceso en los avances logrados

Según las opiniones recogidas en este informe, la actual crisis sanitaria, económica y social ha generado un retroceso en los avances logrados durante estos años por las personas con discapacidad intelectual o del desarrollo. En concreto, se hace referencia a campos significativos como son: el empleo, la educación o los servicios sociales.

En la actual visión asistencialista y medicalizada, centrada en el modelo de grandes residencias, “se siguen vulnerando los derechos de autonomía personal de miles de ciudadanos con discapacidad”. Berta González, coordinadora técnica de Plena inclusión España explica que “desde la organización nacional, defendemos un modelo inclusivo centrado en la persona que potencie la vida en comunidad y el respeto a sus propias decisiones tomadas con los apoyos necesarios”.

Falta de apoyos desde la Administración Pública

Tres de cada cuatro familias de personas con discapacidad intelectual o del desarrollo preguntadas aseguran que durante la crisis sanitaria sintieron el respaldo de organizaciones sociales como Plena Inclusión, que agrupa a las personas con autismo, síndrome de Down y parálisis cerebral.

Las familias valoraron positivamente el trabajo que vienen llevando a cabo las entidades sociales, mientras que, han notado falta de apoyos y recursos desde la Administración Pública para que las organizaciones puedan hacer frente a las adversidades que provoca una pandemia como la actual.  

En esta línea, desde Plena Inclusión se explica que desde hace años “el Tercer Sector vive una situación de precariedad”, y ésta ha empeorado a raíz de la Covid-19. Desde Plena Inclusión explican que han sido muchos sobrecostes los asumidos durante estos meses: personal, EPIS y acondicionamiento de espacios obligado por los protocolos sanitarios.

Valoración del director del Inico

Para Miguel Ángel Verdugo, director del Inico y coordinador del informe de Plena Inclusión: “La pandemia ha mostrado la falta de prioridad social en la atención y apoyos a las personas con discapacidades intelectuales y del desarrollo, ya que no se han considerado servicios esenciales, y las personas y organizaciones se han visto relegadas en las medidas y estrategias de las administraciones”.

Finalmente, las personas con discapacidad intelectual, a raíz de esta pandemia, han observado una mayor vulnerabilidad en sus derechos. Además, el movimiento asociativo de apoyo a las personas con discapacidad intelectual une esta cuestión a la pérdida de vidas humanas. En el millar de residencias que gestiona Plena inclusión se han registrado más de 300 fallecimientos a causa de la actual pandemia sanitaria. En este sentido, señala el informe que, en casi la mitad de las entidades de Plena inclusión preguntadas, se produjo algún contagio.