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Esta semana Plena inclusión España organizó un seminario online titulado ‘Desinstitucionalización: una vida como las demás’.
El encuentro ha contado con la participación de personas con discapacidad intelectual, familiares, representantes de organismos públicos de servicios sociales (Instituto Aragonés de SS), plataformas internacionales de personas con discapacidad intelectual (EASPD) y ONG de personas mayores (Fund. Matia) y personas sin hogar (Hogar Sí y Provivienda).
¿En qué consiste el proyecto 'Mi casa'?
Plena Inclusión desarrolla desde hace algunos años el proyecto ‘Mi Casa’ en el que participan federaciones y entidades de Plena inclusión de 14 comunidades autónomas y que se desarrolla en colaboración con las administraciones públicas de cada CCAA. En 2019, un total de 61 personas con grandes necesidades de apoyo se han mudado de residencias a viviendas en la comunidad y 125 profesionales se formaron el año pasado en el modelo de apoyos que promueve ‘Mi Casa’.
La intención es avanzar en la transformación de instituciones masificadas que atienden a personas con discapacidad intelectual en proyectos de apoyos individualizados integrados en la comunidad. La organización que trabaja por los derechos de las personas con discapacidad intelectual o del desarrollo y sus familias, a través de sus 935 entidades, aboga por un modelo de pase de los servicios sociales actuales, centrados en la eficiencia (también la económica), a otros en los que prime la preocupación por la dignidad y el bienestar de las personas en situación de vulnerabilidad.
Algunas claves durante la reunión
- Se ha hecho hincapié en que la crisis del COVID-19 se presenta como una gran oportunidad para promover la transición a un modelo que permita a las personas con discapacidad intelectual, y de otros colectivos vulnerables, vivir como quieren vivir.
- “La crisis social y sanitaria provocada por la pandemia y el confinamiento nos debe hacer reflexionar sobre las consecuencias de mantener determinados modelos de atención a las personas en situación de mayor vulnerabilidad”, expresó Berta González, coordinadora de programas y responsable del proyecto de Transformación de Plena inclusión España.
- “Naciones Unidas afirma en el artículo 12 de la ‘Convención de la ONU sobre Derechos de las personas con discapacidad’ que debe caminarse a procesos de desinstitucionalización que apoyen una mayor autonomía de las personas con discapacidad”, añade González.
- El Grupo GADIR, Integrado por personas con discapacidad intelectual. Se mostró alineado con estas ideas, y expresó su apoyo decidido a modelos de vida en comunidad. En conexión con los posicionamientos de CERMI (Comité Español de la Discapacidad) al que pertenece Plena Inclusión.
- Mayte Sancho, de Fundación Matia, ha recordado que hace años se optó por un ‘modelo de mercado’, que aceptaba como mejor solución residencias de 200 plazas en las que se hacinaba a las personas, ya fueran mayores o con discapacidad.
- Frente a esta realidad, algunas organizaciones como la entidad Gil Gayarre (Plena Inclusión Madrid) facilitó a Roland Gravenhorst abandonar la residencia en la que fue internado para vivir en la actualidad en su propio piso. “He perdido el miedo a vivir solo. Ya llevo cinco años así y ahora me siento útil e independiente”, resume.
En la reunión se hizo referencia a la reciente declaración del Grupo Europeo de Expertos (GEE) sobre la transición de la atención institucional a la vida en comunidad -una alianza que reúne a representantes de las personas con discapacidad y necesidades de apoyo y a sus familias, así como a los proveedores de servicios, organismos públicos y a organizaciones Naciones Unidas-. Se trata de un documento respaldado por numerosas firmas que se titula ‘Las personas que viven en instituciones no deben ser olvidadas en la crisis del COVID-19.
En esta declaración, entre otras cuestiones, se afirma lo siguiente: “Mientras que los gobiernos se han centrado en abordar los aspectos sanitarios y económicos de la crisis, el sector de la asistencia social se está quedando atrás, con consecuencias drásticas en la disponibilidad de los servicios. Los servicios de apoyo se están adaptando para responder a las nuevas necesidades”.
El encuentro finalizó con la exposición del manifiesto ‘¡Quiero mis llaves!”, con el que las tres organizaciones impulsoras: Hogar Sí, Provivienda y Plena inclusión España, denuncian que “en España hay cientos de miles de personas que no pueden mostrar las llaves de sus casas y no les queda otra opción de residir en instituciones masificadas”. Para que eso no siga ocurriendo, para que su dignidad y sus derechos sean respetados, se seguirá promoviendo, desde Plena inclusión y desde otros colectivos sociales, una transformación necesaria, indican desde la organización.
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