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La crisis alimentaria mundial sigue azotando todos los rincones del mundo, independientemente de la economía que se tenga, aunque existen lugares donde está más presente. Así, los alimentos son cada vez más caros y espesos, por lo que muchos países han decidido lanzar sus platos típicos para solventar este problema y ofrecer su ayuda.
Estados Unidos y su programa de escolares
Son muchos los países que viven el día a día inmersos en una crisis alimentaria mundial. Por eso, muchos han decidido lanzar algunas iniciativas solidarias para las familias y lugares del mundo que se encuentren en una situación más vulnerable en cuanto al acceso a la comida y a las necesidades más básicas.
En el caso de Estados Unidos, existe un programa de comidas escolares estrictamente regulado por la directa, Donna, encargada de ofrecer su solidaridad y buscar alimentos muy concretos para los menores.
Donna reconoce que los proveedores están luchando, ya que la escasez de mano de obra se encuentra muy mal, al igual que el precio del combustible, que también ha aumentado. Por ello, se preocupa por obtener todos los alimentos y productos necesarios para ofrecer un servicio de calidad a quienes más lo necesitan y así intentar acabar con la crisis alimentaria mundial.
Kottu, plato típico en Sri Lanka
El centro de Sri Lanka sufre las consecuencias máximas en cuanto a la crisis alimentaria mundial, la cual se suma a los continuos conflictos bélicos que ocurren en el día a día. La escasez de combustible, alimentos y medicinas es demasiado alta, por lo que se ha recurrido a un plato típico para sobrellevar la situación.
En este caso se habla del kottu, un plato popular que se vende como comida callejera y que incorpora semillas y yaca, sustituto de la carne.
Las panaderías de Nigeria sufren la crisis alimentaria mundial
En Nigeria, trabajar se ha vuelto imposible, sobre todo para la gente dedicada a las panaderías. La harina de trigo ha aumentado incluso más del 200 %, el azúcar y los huevos también han subido de precio.
Por otro lado, el suministro de energía de las empresas lo utilizan a través de generadores privados, pero el precio del combustible ha aumentado en un 30 %.
A pesar de las desigualdades, Nigeria sigue luchando por mantener a su público y a sus negocios lo más beneficiosos posible, así como hacer frente a la crisis alimentaria mundial.
Justina Flores y su enorme olla de comida
Los residentes de San Juan de Miraflores se dedican al trabajo doméstico, pero la mayoría perdió su negocio durante la pandemia, por lo que apenas se quedaron con recursos suficientes para alimentar a sus familias.
Sin embargo, Justina Flores, una de estas trabajadoras, se puso manos a la obra para cocinar una gran olla y alimentar a 75 personas tres veces por semana. Lo que comenzó como una protesta por el aumento de precio de los combustibles y los fertilizantes, ha terminado por ser una ayuda directa para hacer frente a la crisis alimentaria mundial que se da actualmente.
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