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La escalada de violencia en Perú ha hecho saltar las alarmas internacionales por una posible vulneración de los derechos humanos con respecto a la forma en la que el actual gobierno está sofocando las protestas civiles que han tomado las calles durante ya varios meses. La inestabilidad del país latinoamericano viene de largo, en menos de 7 años han tenido 5 cambios de presidencia, el último tuvo lugar el pasado 7 de diciembre de 2022.
Momento en el que destituyeron de la presidencia de Perú a Pedro Castillo, quien viéndose acorralado por una moción de censura que se preveía que triunfaría en su contra, ordenó la disolución de las cortes del país y convocó un "estado de excepción". Una medida que desde diversas fuentes se consideró como un "auto" golpe de estado con la intención de frenar la moción de censura. Sin embargo, el resultado acabó con una orden de detención contra Castillo por rebelión contra el sistema constitucional.
¿Qué está ocurriendo en Perú?
Tras estos acontecimientos que fueron acompañados por días de caos e incertidumbre política, Dina Boluarte fue reconocida como la nueva presidenta de Perú, convirtiéndose además en la primera mujer en el cargo, sin embargo, la ciudadanía no se mostró muy de acuerdo con esta decisión e iniciaron marchas y manifestaciones en gran parte del país, principalmente en la capital, Lima. Tras meses de inestabilidad, estas manifestaciones han acabado transformándose en auténticos enfrentamientos con las Fuerzas del Orden.
En los últimos meses se ha vivido un importante despliegue de Fuerzas de Seguridad del Estado para sofocar las protestas ciudadanas en Perú, que han perdido la fe en las instituciones y que piden elecciones. Por su parte, Boluarte condena estas protestas señalando que están siendo “azuzadas por grupos radicales que tienen una agenda política y económica basada en el narcotráfico, la minería ilegal y el contrabando”, según declaraciones recogidas por el diario El País.
Una de las situaciones más violentas y delicadas tuvo lugar el pasado mes de enero, cuando fuerzas de la policía entraron en algunas universidades del país en las que hubo detenciones a profesores y alumnos, así como registros no autorizados y también un uso de la fuerza que se saldó con un centenar de heridos.
Amnistía Internacional denuncia una situación "lamentable" de los derechos humanos
Sin embargo, la escalada de violencia no ha encontrado freno y ya se van sumando las muertes entre manifestantes en la cuenta de la represión ejercida, cifras que hasta el momento se cuentan en medio centenar de fallecidos. Es por este motivo que desde Amnistía Internacional han lanzado una denuncia frente a la situación que se está viviendo en Perú y las muestras claras de la vulneración de los derechos humanos en la forma en que se están gestionando estas protestas ciudadanas.
"Decenas de personas que protestaban murieron por el uso desproporcionado de las Fuerzas del Orden, y otras víctimas de la represión policial continuaron sin alcanzar justicia y reparación", denunciaba Marina Navarro, actual directora de Amnistía Internacional Perú. "El mensaje que se da es que salir a protestar y morir por impacto de armas de fuego puede ser normal en el país, y eso es inaceptable", ha asegurado.
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