Cristina Campos, la ecologista que lucha desde la silla de ruedas para frenar la emergencia climática

Cristina Campos es una activista de Greenpeace y una destacada jugadora de baloncesto en silla de ruedas en España. Ha logrado un impresionante récord al convertirse en la única deportista del país en ganar los principales títulos nacionales oficiales de este deporte, incluyendo la liga masculina, la liga femenina, la Copa del Rey y la Copa de la Reina.

Cristina, de 45 años, es hoy noticia al compartir su experiencia como defensora comprometida en la lucha contra la crisis climática y la protección de la biodiversidad. Además, también ha hablado con Servimedia sobre su trayectoria en el baloncesto en silla de ruedas, coincidiendo con el Día Mundial del Medio Ambiente, que se celebró el 5 de junio en conmemoración de la primera gran cumbre sobre medio ambiente celebrada en Estocolmo en 1972.

Este año, el enfoque de las Naciones Unidas para el Día Mundial del Medio Ambiente ha sido la lucha contra la contaminación por plásticos

Se estima que se producen más de 400 millones de toneladas de plástico al año, de las cuales solo se recicla un 10 %. Cada día, se vierte una cantidad equivalente a la carga de más de 2.000 camiones de basura de plástico en los océanos, ríos y lagos. Estos residuos representan entre 19 y 23 millones de toneladas anuales, un peso similar a 2.200 torres Eiffel juntas.

Cristina Campos se interesó por Greenpeace debido a su campaña para proteger a las ballenas de la extinción. Desde entonces, se convirtió en socia de la organización para apoyar la defensa de la biodiversidad.

Además de su compromiso con el activismo, Cristina Campos ha dedicado una parte significativa de su vida al deporte. Después de sufrir un accidente a los 11 años que la dejó parapléjica, descubrió el baloncesto en silla de ruedas durante su estancia en el Hospital Nacional de Parapléjicos en Toledo. A lo largo de más de dos décadas, representó a diversos equipos y logró varios campeonatos nacionales.

Pero dejando de lado su carrera deportiva, Cristina se ha formado en el campo de los derechos humanos, obteniendo una licenciatura en Humanidades y un máster en Gestión y Prevención de Crisis Internacionales. Trabajó en la Fundación ONCE, donde participó en proyectos relacionados con la educación inclusiva y la promoción de los derechos de las personas con discapacidad.

Después de dejar su trabajo debido a problemas de salud, Cristina Campos decidió dedicarse activamente como voluntaria a Greenpeace

Actualmente, forma parte de la Red de Educación de Greenpeace y ofrece charlas de concienciación en escuelas y centros para personas mayores o con discapacidad.

En junio de 2021, Cristina participó en una acción de Greenpeace bloqueando el acceso al centro tecnológico de investigación de Repsol en Móstoles. Esta acción tenía como objetivo denunciar la responsabilidad de la empresa energética en la crisis climática y solicitar el fin de sus actividades relacionadas con los combustibles fósiles antes de 2040. Cristina, junto con otros activistas, resistió pacíficamente durante horas para llevar a cabo la acción.

Cristina Campos destaca que las personas con movilidad reducida también pueden participar en acciones de activismo y contribuir al movimiento ecologista. Se siente identificada con los principios de Greenpeace y planea seguir colaborando con la organización como voluntaria y activista en el futuro.