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Existen varios tipos de esta enfermedad: la 1, la 2, la gestacional y la tipo LADA. La que más afecta a los menores es la diabetes mellitus tipo 1.
El páncreas no es capaz de producir suficiente insulina, para transformar el azúcar (glucosa) de los alimentos en energía. Acto seguido, el nivel de glucosa en sangre aumenta (hiperglucemia) y resulta perjudicial.
La diabetes infantil es la tercera enfermedad más común en la infancia
Según datos de Federación Española de Diabetes (FEDE), en España, unos 30.000 niños menores de 15 años sufren diabetes.
¿Qué síntomas deben alertar los adultos?
- Sed excesiva.
- Poliuria o que el niño orine con demasiado y en especial por las noches (nicturia).
- Que presente una pérdida repentina de peso y tenga hambre constantemente.
- Debilidad física y cansancio.
- Irritabilidad.
- Náuseas y vómitos.
- Visión borrosa.
- Aliento con olor dulce.
- Infección por hongos.
- Calambres.
La sintomatología comienza con cifras bajas de glucosa (por debajo de 60 mg/dl). Si el niño es diabético conocido y presenta alguno de estos síntomas anteriomente descritos, debemos darle una bebida azucarada e hidratos de carbono. Si está consciente, miel sublingual.
No olvidemos llamar al 112 si la hipoglucemia no cede o el paciente continúa presentando algún síntoma.
Si no se corrigen los niveles elevados de glucosa en sangre, pueden aparecer daños en algunas partes del cuerpo, principalmente en:
- Riñones.
- Vista.
- Corazón y vasos sanguíneos.
- Nervios de las extremidades.
Un niño, o una persona adulta, que ha sido diagnosticada como diabético nunca dejará de serlo. Pero puede controlar la enfermedad con inyecciones diarias de insulina.
Aspectos como mantener una dieta equilibrada y el ejercicio físico son igual de importantes en el tratamiento de esta enfermedad.
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