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Una semana ha pasado desde que la DANA causó estragos en la Comunidad Valenciana, cobrando más de 200 vidas y arrastrando coches, negocios y sueños. En medio de esta devastación, las historias de quienes lograron sobrevivir destacan la fortaleza del espíritu humano. Montse Alabarta, residente de Picaña y persona en silla de ruedas debido a una enfermedad degenerativa, recuerda el momento en que la inundación casi le cuesta la vida.
“Soy una persona con problemas de movilidad, así que vivo en una planta baja, totalmente adaptada”, explica Montse, quien se encontraba en casa cuando la tromba de agua la sorprendió. “Estábamos atrapados. La fuerza del agua era impresionante, entró como una catarata”, recuerda con angustia.
Montse se sintió afortunada de tener a sus hijos en casa en ese momento. “Si me hubiera pillado sola, me habría puesto a llorar y lo peor es que no habría salido”, admite. Con un espíritu resolutivo, dirigió a los jóvenes que la acompañaban, asegurándose de que todos supieran qué hacer en una situación tan crítica. “Al menos sigo con vida y aún tengo una casa”, concluye, reflejando su gratitud en medio de la adversidad.
La resiliencia de la comunidad
Diego Caballero, presidente de la Asociación de Esclerosis Múltiple de la zona y residente de Algemesí, comparte una historia similar. Diego, quien también convive con esta enfermedad, se encontraba en una segunda planta cuando las lluvias comenzaron a caer. “Si nos hubiéramos mudado a la planta baja como teníamos planeado, habría sido un desastre. Pese a que se ha inundado el ascensor del edificio, soy una persona con suerte”, reconoce. Su experiencia subraya cómo la tragedia ha golpeado a muchos, pero también ha dejado en evidencia la solidaridad de la comunidad.
Mientras tanto, entidades sociales como Cocemfe CV y Cermi CV están trabajando arduamente para identificar las necesidades urgentes de quienes han sufrido las consecuencias de la DANA. “Se está organizando un circuito de donaciones de material ortoprotésico para aquellos que lo necesiten”, explica Lina Soler, responsable de Comunicación de Cocemfe CV.
La situación es alarmante, y la realidad de muchos hogares ya no es la misma. “Estamos recopilando información para concretar el tipo de ayuda que necesitan las personas con discapacidad”, añade.
Un llamado a la acción
La crisis provocada por la DANA ha puesto en la palestra la importancia de la planificación y respuesta ante emergencias, especialmente para las personas con discapacidad. “Siempre son las personas con discapacidad las que salen peor paradas en situaciones de emergencia”, lamentan desde Cocemfe CV. Destacan que, durante la tragedia, la falta de tiempo y recursos para evacuar a estas personas exacerbó la situación. “Esto debería llevarnos a redefinir los protocolos en situaciones de emergencia”, enfatizan.
La Consejería de Sanidad de la Comunidad Valenciana ha habilitado un número de contacto para que las personas crónicas afectadas puedan comunicar sus necesidades de medicamentos y materiales. Esta medida, junto con las donaciones y la ayuda comunitaria, refleja el esfuerzo colectivo para hacer frente a la crisis. Las historias de Montse y Diego son solo dos de las muchas que ilustran la lucha y resiliencia de una comunidad que se niega a rendirse ante la adversidad. A medida que se deshacen los escombros y se evalúan las pérdidas, la esperanza de un futuro más sólido sigue viva entre quienes han sobrevivido a esta tragedia.
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