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El valenciano, Daniel Albero, ha confirmado definitivamente su participación en el Rally Dakar 2021.
Ahora tiene un único objetivo en mente: poder cruzar por primera vez la meta del raid más importante del planeta.
Daniel Albero, “el diabético del Dakar”
Dani Albero lleva, desde hace años, luchando porque la Diabetes Tipo 1 esté presente en la carrera más dura del mundo del motor: el Dakar.
En el 2019 logró participar por primera vez en este rally, haciendo historia en los más de cuarenta años desde su creación. Una lesión en la muñeca y una fuerte gripe le obligaron a abandonar en el tercer día de carrera. En la pasada edición, celebrada en Arabia Saudí, el valenciano tuvo serios problemas mecánicos.
Ahora vuelve a la carga a la espera del que será su tercer Rally Dakar, la 43ª edición que se celebrará del 3 al 15 de enero en Arabia Saudita.
Mientras llega el día de la competición, en declaraciones a Radiosport, Daniel Albero continua preparándose.
Actualmente ha optado por realizar dos cambios en sus rutinas, tanto a nivel de entrenamiento sobre la moto como de preparación física. El primero le ha llevado a entrenarse dos días por semana con el campeón de España de Supermotard Israel Escalera, con quien no solo practica una mejora del ritmo para tratar de realizar las etapas a una mayor velocidad sino también fundamentos de trial que le ayuden a incrementar su capacidad de reacción ante las dunas.
Mientras, para el aspecto físico se ha puesto en manos del entrenador personal Miguel Ferrero, uno de los mayores especialistas de la Comunidad Valenciana en cross training.
Un gran ejemplo de superación
Daniel Albero, el primer diabético en correr el Rally Dakar, siempre ha animado a todos los pacientes que sufren esta enfermedad a no frenarse ante cualquier reto o actividad que se propongan. Lo más importante de su participación en el Dakar dice que es "normalizar" y "dar visibilidad" a la diabetes.
El valenciano es un deportista ejemplar. Más allá del Dakar, Albero está siendo ejemplo para estudiar la Diabetes Tipo 1 en slituaciones deportivas extremas. A la hora de competir, lleva una bomba de insulina que le permite tener un control más exhaustivo de la enfermedad y asegurar, así, una mayor garantía en situaciones de riesgo.
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