Día Mundial del Asma: descubriendo mitos

Hoy se celebra el Día Mundial del Asma, y la Sociedad Española de Inmunología Clínica, Alergología y Asma Pediátrica (SEICAP), junto al Instituto #SaludSinBulos se han unido para enterrar mitos y falsas creencias al respecto.

Cabe destacar que 1 de cada 10 niños padece la afección respiratoria, y es una de las enfermedades crónicas más frecuentes en la infancia.

El asma también está rodeado de faltas creencias

“Por lo general, suele haber una serie de falsas creencias que conllevan un difícil control de la enfermedad y que pueden hacer aumentar las crisis asmáticas y por lo tanto los ingresos hospitalarios. Las que más pueden influir en ello son las relacionadas con el tratamiento, ya que muchas veces no se utiliza o se administra de una manera errónea”, subraya el doctor Luis Moral, presidente del Grupo de Trabajo de Alergia Respiratoria y Asma de SEICAP.

La desinformación y las suposiciones incorrectas sobre la enfermedad hacen que la adolescencia sea una etapa de conflicto para adherirse al tratamiento.

Así lo expone una investigación realizada por la Academia Europea de Alergia e Inmunología Clínica. Pues como los adolescentes cuentan con acceso a Internet y a las redes sociales, las fuentes consultadas pueden resultar peligrosas para su salud, ya que no saben identificar información veraz.

Los corticoides inhalados son el principal tratamiento para controlar la enfermedad, pero ya han surgido opiniones negativas por los posibles efectos secundarios.

Desde una publicación del Swiss Medical Weekly recuerdan la importancia de educar a las familias para informarles de los beneficios que tiene este tratamiento y así dejar a un lado los bulos y mitos.

“Como cualquier otro medicamento, los corticoides pueden tener sus efectos secundarios, pero sabemos que, cuando los usamos en dosis bajas, pueden ser administrados durante largos periodos de tiempo, de meses o años, sin producir efectos apreciables y permitiendo un buen control del asma, reduciendo los síntomas y las crisis, con un gran beneficio para los pacientes”, apunta el doctor Moral.

Pero es trabajo del pediatra alergólogo el determinar el tratamiento de forma individualizada para cada caso, en función de los factores de cada niño y la respuesta obtenida.

Los objetivos principales son:

• Obtener el máximo control de la enfermedad
• Reducir la posible aparición de efectos adversos
• Informar a las familias y a los propios niños sobre el asma, sus desencadenantes, cómo evitarlo y cómo actuar en caso de crisis

Es por ello que la educación sanitaria es tan importante, no solo con esta enfermedad, sino con todas. Por ello el personal sanitario también debe de saber identificar los bulos entre los contenidos que rondan por Internet.

Conceptos erróneos sobre la enfermedad

El Grupo de Trabajo de Alergia Respiratoria y Asma de SEICAP en colaboración con el Instituto #SaludsinBulos desmontan los principales mitos destacados por la Global Initiative for Asthma (GINA):

1. Es una enfermedad infantil; los individuos la superarán a medida que envejecen: Aunque sea una enfermedad crónica más frecuente en niños, puede desarrollarse en la edad adulta. Su evolución a lo largo de la vida de la persona no es fácil de predecir.
2. Es contagiosa: Es totalmente falso. Lo que si es cierto es que las infecciones respiratorias virales (como el resfriado común y la gripe) suelen provocar un empeoramiento o crisis en los pacientes asmáticos.
3. Las personas que padecen la enfermedad no deben hacer ejercicio: Otra mentira, pues se recomienda la práctica de deporte porque ayuda a mejorar la salud en general y con el control de la enfermedad en particular. De hecho, hay deportistas de alto nivel con esta enfermedad, que practican el deporte llevando un buen control de la enfermedad.
4. El asma solo se puede controlar con dosis altas de corticoides inhalados: Mentira, pues se controla con corticoides en dosis bajas, pudiéndose utilizar durante meses o años sin efectos adversos. También existen otros medicamentos que controlarán la enfermedad, pero será el especialista el que valore los factores y el tratamiento adecuado para cada caso.